El nacimiento, como la muerte, son procesos absolutamente normales en la vida, todos hemos de pasar por ellos, así que la mejor forma de tratarlos es con la naturalidad y respeto que merecen. Son muchos los adultos, incluso profesionales, que se echan las manos a la cabeza si les hablamos de que los niños presencien un nacimiento. Pero no son más que prejuicios de adultos que han crecido en esta 'sociedad desconectada' de nuestra naturaleza mamífera, que nada tienen que ver con la realidad. Si para el niño, el proceso del nacimiento es algo normal y simple, lo vivirá como algo normal y simple. Si sabe que su mamá es fuerte y capaz, confiará en ella; si percibe el embarazo como una enfermedad, le tendrá miedo. Si siente el parto como un proceso complicado, peligroso, y se le excluye, lo vivirá como algo que "es mejor no mirar, no sentir, no tocar". Y esos adultos cargados de prejuicios que se echan las manos a la cabeza, posiblemente, crecieron siendo excluídos y sintiendo que el parto era complicado y peligroso y sus madres enfermas que necesitaban de intervenciones médicas en todo momento (innecesarias si todo funciona con normalidad).
→ Sobre este tema y los prejuicios, los libros "El bebé es un mamífero" de M.Odent o "Nacer en casa" de Sheila Kitzinger, pueden ayudar a los adultos a comprender mejor y a abrir su mente.
Los niños son curiosos por naturaleza, y muchísimo más conectados con su 'yo interior' que la mayoría de adultos. Cuanto más pequeños son, menos miedos inculcados tienen (aunque también tienen menos capacidad de raciocinio, por lo que las explicaciones deberán ser más simples). Pero si nos tomamos la molestia de prepararles el terreno un poco, acorde a su edad, disfrutarán del acontecimiento y lo recordarán como el gran momento familiar y amoroso que debería ser siempre.
Por tanto, la mejor manera de preparar a un niño para presenciar un parto, es explicándole lo que va a suceder y transmitiéndole lo natural del proceso. Permitiéndole expresarse al respecto y resolviendo sus dudas. Sin forzar, dándole libertad de elección: si desea estar, permitírselo. Si prefiere estar en casa de unos amigos o familiares, dejándole ir también.
Nuestro hijo mayor estuvo presente en el nacimiento de su hermana. No sabíamos qué hacer con él, pero los profesionales que nos iban a atender en el parto nos recomendaron dejarle presenciarlo. Sólo entró para el expulsivo y tenía cerca de 5 años, pero lo vivió con una naturalidad tremenda. No sólo no quedó traumatizado, sino que años después, en el colegio, cuando tuvo que escoger un tema sobre el que hablar en clase de un momento especial de su vida, decidió hablar del nacimiento de su hermana.
Tengo la suerte de pertenecer a una gran Asociación y de haber hecho varios talleres "Descubriendo la maternidad" y disponer aun del fantástico material en casa. Así que lo primero, aunque mis hijos ya han tenido tres demostraciones del mismo, les hago una sesión particular en casa, incluyendo imágenes realistas, de todo el proceso del embarazo y parto. Os recomiendo encarecidamente solicitar o acudir a alguno de los talleres que hagan en vuestra ciudad.
Además, y como mejor ejemplo de lo que va a pasar, vemos la versión completa del vídeo del nacimiento de Abril. Esto es algo vital en nuestro caso, porque tenemos la suerte de disponer de una grabación familiar, pero si no se dispone de la grabación de un parto propio anterior, sería fantástico poder ver juntos fotografías del embarazo, el parto y el bebé que nació antes. Idealmente, también, deberíais estar familiarizados con el desnudo. Mamá ha de sentirse cómoda desnuda en presencia de los niños y para los niños no ser ninguna novedad. Si sois muy pudorosos, quizás es buen momento para un relajante baño familiar antes del parto.
Son varios los libros que nos pueden servir de ayuda para explicarles el proceso de la concepción, nacimiento y el parto a los niños. La mejor manera de abordarlo es con franqueza y naturalidad.
Imprescindible el visionado del documental "En el vientre materno", tanto para conocer el desarrollo del bebé intraútero y el parto como para realizar el seguimiento a la par que el embarazo de mamá. (Podéis comprarlo en Fnac.)
Buscamos más vídeos en internet para verlos en familia. Todas las visiones y experiencias ajenas también sirven para hacernos una idea del proceso que vamos a vivir, porque como bien sabemos, cada parto es un mundo y ni aun siendo de la misma mujer, tienen por qué parecerse en nada.
Lo mejor, por tanto, es tener una visión y mente abiertas para acoger positivamente cualquiera que sea el desarrollo de éste parto, especial y único.
Es muy importante también que se integre en todo el proceso de preparación y acogida del bebé a los hermanos mayores. No se les debe excluir, se les debe hacer partícipes de la toma de decisiones (aunque decidan los padres, pero explicándoles las cosas y los cambios que sucederán), preguntarles su opinión, responder sus dudas, dejarles escoger alguna cosita, como algo de ropa o algún juguete para el bebé... También pueden ayudar a preparar todo el material que ha de estar disponible para el día del parto, explicando qué es cada cosa...
Hacer que coincida alguna de las visitas de la matrona a casa con ellos, para que puedan conocerla y hablar con ella, ver cómo actúa y familiarizarse con su presencia.
Es mejor no dejar ningún gran cambio para el momento del nacimiento. Por ejemplo, si la llegada del bebé va a suponer un cambio de habitación u otro cambio importante para ellos, es mejor hacerlo antes y acompañarlos durante el proceso cuando disponen de toda nuestra atención. La llegada de un nuevo miembro a la familia ya es en sí mismo todo un acontecimiento, por lo que conviene evitar cualquier otro cambio importante para no desestabilizar demasiado su día a día.
El día del parto, los niños han de disponer de una persona que pueda dedicarse en exclusiva a ellos. En nuestro caso, el papá va a ser partícipe del parto y la persona contratada quien se quede con los niños, pero pueden invertirse los papeles si es una opción más acorde a vuestra familia. Los tres requisitos que queríamos que esta persona reuniera son:
- Persona de confianza, alguien con quien los niños se sientan seguros y cómodos. Que no sea un extraño en el hogar y que pueda hacerse cargo de ellos y sus necesidades completamente.
- Tranquila, capaz de entretener a los niños sin alterarlos en exceso, de tranquilizarlos amorosamente y con juegos relajados si se alborotan demasiado.
- Informada. Alguien con conocimientos suficientes de todo el proceso del parto como para ser capaz de explicar con naturalidad y sin miedo qué está ocurriendo si les surge alguna duda.
Nuestra 'persona de confianza' se llama Anna, y aunque no contratamos sus servicios como doula, lo es. Además es pedagoga. A ella se le ocurrió también la fantástica idea de realizar, en uno de los encuentros que organizamos previos al parto, un 'plan de hermanos', una especie de 'plan de parto' adaptado a sus inquietudes, peticiones y preocupaciones de los niños, con una lista de ideas para hacer en el 'gran dia'. Con ese 'plan de hermanos' pudimos conocer qué se había quedado en el tintero de mis hijos, aclarar dudas y preparar las explicaciones oportunas. Además, hablar de ello sirvió para reforzar la relación entre Anna y los niños antes del parto.
Además de todo esto, y por pura logística familiar para facilitar los primeros días, dejamos hecha bastante comida congelada y claras nuestras intenciones a la familia y amigos, en lo que respectaba a las visitas durante el puerperio. También compramos un detallito para cada niño: nada complicado pero que a ellos les guste. En nuestro caso, manualidades para la niña y construcción para el niño, y se lo dimos cuando comenzó el parto para que pudieran entretenerse si el parto se alargaba y se acababan las ideas (algo poco probable, ¡con la lista de cosas que llevaban!. Es una bonita manera para ellos también de comenzar 'el viaje', un regalo nuevo siempre llama la atención y es un buen recurso para entretenerlos mientras llega todo el mundo (y de paso si es un parto rápido de esos que no da tiempo de llegar a nadie, ellos tienen una herramienta con la que poder evadirse si lo desean mientras el papá está por la mamá).
¿Qué tal vuestra experiencia? ¿Cómo lo hicisteis con los niños?
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2 comentarios:
Mireia, me encanta tu relato! Me ha emocionado la manera tan natural en que lo habéis planteado a nivel familiar.
Gracias por compartirlo!
Felicidades por esos dos hijos tan conectados con ellos mismos, sin duda resultado del excelente trabajo que Héctor y tú hacéis del acompañamiento natural y emocional a vuestros hijos. Sin duda son un ejemplo de actitud, que muchos adultos no sabríamos llevar como ellos.
Y felicidades por el ese pequeño tan maravilloso.
Gracias por tu comentario, Susana! :)
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Durante casi diez años dediqué parte de mi vida a este tema de muy diferentes formas, y con la llegada de mi tercer hijo, llegó el momento de pasar página. No obstante, si lo deseas puedes dejar un comentario. Siempre que no sea ofensivo ni spam se publicará una vez supervisado, y si puedo contestarlo, lo contestaré.
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