viernes, 30 de mayo de 2014

Estreptococo positivo EGb (y parto en casa)


El estreptococo de grupo B (EGb) es un tipo de bacteria que se encuentra normalmente en el intestino delgado de los humanos, donde suele ser destruido por la bilis. Esta bacteria no suele causar problema alguno si se mantiene controlada, pero en ocasiones crece y altera el delicado equilibrio de nuestra flora bacteriana y se extendiende a la vagina y el recto en un 10-30% de las mujeres embarazadas. Una mujer con EGb positivo puede transmitir la bacteria a su bebé contagiándolo a través del canal del parto. Aunque no suele ocurrir nada en los bebés que han sido infectados por sus madres por EGb, existe un riesgo de sepsis neonatal, pneumonía y meningitis. Más del 90% de los bebés que contraen infecciones tempranas por EGb, muestran los síntomas en las primeras 24 horas de vida. Como forma de control, se ha de vigilar que el bebé tenga buen color, que mame bien y que no le suba la temperatura. 
Los signos/síntomas de infección pueden ser:
- Comer deficientemente o vomitar
- Ritmo cardíaco acelerado o lento y dificultad para respirar
- Fiebre, hipotermia o convulsiones 
- Inquietud, somnolencia o dificultad para despertarse
- Sensibilidad a las luces brillantes
- Fontanela tensa o sobresaliente

El EGb fue catalogado como causa de infección neonatal grave hace sólo 35 años. En 1996, los Centros para el Control de Enfermedades crearon sus primeros protocolos de actuación para reducir la tasa de infección por EGb en los recién nacidos, pero en 2002 esos protocolos se tuvieron que modificar porque más de la mitad estaban equivocados. Mientras se investiga una vacuna que funcione, los actuales protocolos de actuación, enfocados en evitar la aparición temprana de esta infección (durante la primera semana de vida), dejan en evidencia su dudosa capacidad para evitar la infección neonatal.

Protocolo de actuación actual frente al EGb
Para detectar esta bacteria, se realiza un control entre las semanas 35 a 37 de gestación con una muestra del flujo vaginal y rectal (exudado) de la madre, y si el resultado es positivo, se inicia terapia antibiótica intravenosa cada 4-6 horas en el momento de iniciarse el parto (contracciones regulares y más de 3cm de dilatación), para que cuando el bebé nazca, tenga altos niveles de antibiótico en sangre (el EGb no se elimina) con el que combatir una posible infección por EGb.
No obstante, existe controversia al respecto de la efectividad de los resultados de esta terapia.  
Cochrane publicó una revisión donde afirma que no existen pruebas concluyentes como para respaldar la administración protocolaria de antibióticos para prevenir la sepsis neonatal.

Además, se ha observado que aunque disminuye el riesgo de contagio por EGb, aumenta el riesgo de que el bebé contraiga otras infecciones tardías más graves y resistentes (que han aumentado en los útimos años) como Escherichia Coli y que la administración de la terapia antibiótica intraparto puede tener efectos nocivos, tales como reacciones alérgicas maternas graves, aumento de microorganismos resistentes a los medicamentos, exposición de los recién nacidos a las bacterias resistentes, y tras el nacimiento, mayor exposición a las infecciones por hongos maternos y neonatales.

De hecho, y mientras diferentes organismos internacionales y españoles llegan a un consenso sobre la conveniencia o no de administrar la terapia antibiótica de forma protocolaria a todas las mujeres con EGb+, sí se han puesto de acuerdo en que las recomendaciones de terapia antibiótica intraparto solo son válidas para la prevención de la infección neonatal precoz por EGb, y no son efectivas frente a la infección neonatal tardía por EGb.

Se ha estudiado también (y se aplica en algunos lugares) la opción de administrar una dosis intramuscular antibiótica a los recién nacidos a los que no se les ha aplicado el protocolo habitual de terapia antibiótica intraparto y mantenerlos en posterior observación, pero de nuevo los estudios no son concluyentes, por lo que no se aconseja su administración y además no hemos de olvidar que mantener al bebé en observación significa separarlo de su madre, con el estrés y perjuicio que conlleva para ambos.

Por otro lado, el empleo de antibióticos durante el parto destruye las 'buenas' bacterias de la madre. Y si recordamos que la leche materna es rica en bacterias 'buenas', estamos ante un riesgo inminente de mastitis infecciosas [1, 2] causadas por ese antibiótico administrado intraparto. (El uso de Lactobacillus fermentum o Lactobacillus salivarius, parecen ser una alternativa eficaz a la utilización de antibióticos comúnmente prescritos para el tratamiento de la mastitis infecciosa durante la lactancia.) [1]
"En la glándula mamaria y en la leche normal de madre sana hay muchas bacterias que forman parte de la inmunidad de la leche. Estas bacterias conviven en armonía. La penicilina destruye esa armonía matando a las bacterias no resistentes que mantienen a raya a las resistentes que pueden causar mastitis como estreptococos y estafilococos." [Inma Marcos, Fuente]
Obviamente, la terapia preventiva antibiótica administrada durante el embarazo por vía oral no sólo no previene en absoluto la infección neonatal por EGb, sino que además contribuye a aumentar la resistencia al antibiótico.


Este cultivo no se realiza de forma rutinaria en todos los países, en algunos únicamente se recomienda profilaxis antibiótica selectiva solo para los casos de riesgo:
- Parto antes de las 37 semanas
- Bolsa rota de más de 18 horas (principal problema en este caso, los tactos vaginales)
- Fiebre intraparto (+38ºC)
- Hij@/s previ@/s infectados por EGb
- Madre con cultivo durante la gestación positivo

El resultado crea muchos falsos positivos y negativos (el estreptococo puede haber dado negativo y estar presente en el momento de parto y viceversa) y su resultado es válido únicamente durante dos semanas, porque el EGb va y viene, dependiendo de las condiciones microbiológicas, de la disponibilidad de nutrientes y de la competencia que el EGb encuentre con otras familias bacterianas.

También se han realizado durante bastante tiempo baños con clorhexidina en el momento del parto como alternativa al antibiótico, pero aunque reduce la colonización vaginal, no reduce el número de infecciones neonatales y además no es inocua: tiene efectos secundarios conocidos como daño en la cornea, taquicardias, falta de aliento, eccema en la piel y anafilaxia en aplicaciones tópicas. En uso preventivo preparto tampoco son eficaces las duchas vaginales con clorhexidina, ya que no abordan la recolonización vaginal por medio de la flora intestinal, ni el estado de ésta. Además, para que las duchas fuesen efectivas deberían realizarse cada 24/48 horas y algo así podría alterar seriamente la flora vaginal.

Posibles factores para dar positivo en EGb
a) Mala dieta, escasez de frutas, verduras y alimentos integrales y exceso de azúcares y carbohidratos refinados nos llevan a floras intestinales y vaginales deficitarias. La dieta alta en azúcar promueve el crecimiento de las bacterias 'malas' como el EGb, y la dieta pobre en nutrientes no proporciona apoyo suficiente para el crecimiento de la flora beneficiosa que lo combate. Además, los estudios han demostrado que el 50% de las mujeres con EGb, también tienen candidiasis vaginal.
Por tanto, quizá lo primero que se puede hacer es cambiar esas costumbres poco saludables, aunque idealmente deberíamos modificarlas de forma permanente. Es decir, más fruta y verdura y cereales integrales, alimentos fermentados y quesos naturales. Nos olvidamos de panes de molde industriales, arroz y pan blanco, bolleria y azúcar, sustituyendo carbohidratos buenos por malos y arroz y trigo blancos por integrales. Añadimos yoghurt a nuestra dieta habitual e, incluso, algunas matronas lo recomiendan como lubricante vaginal para poderlo aplicar directamente en la vagina mediante el pene en las relaciones sexuales.
 
b) La resistencia que hemos adquirido por el uso y abuso de los antibióticos puede ser otra posible causa.
Cuanto más usamos los antibióticos, más rápido se desarrollan las nuevas cepas. El hecho de que se administre antibiótico de forma rutinaria a todas las mujeres con EGb positivo, indica que se le está administrando a 1 de cada 4 parturientas y esto no se puede justificar con la excusa de la prevención, puesto que estamos haciendo que los gérmenes de la población se hagan resistentes al uso de antibióticos que luego no son eficaces para tratar otros gérmenes más peligrosos.

Cómo combatir el EGb
Para reducir las posibilidades de contraer EGb se pueden adquirir algunos hábitos saludables como limpiar de adelante hacia atrás en el baño, utilizar ropa interior de algodón, eliminar salva slips, comer yoghurt con fermentos lácticos vivos (o kéfir, idealmente caseros), modificar la dieta diaria según las indicaciones anteriores (a) y tener en consideración la posibilidad de contaminación cruzada durante las relaciones sexuales y la penetración vaginal-anal.

Como alternativas naturales se proponen varias opciones en la documentación encontrada, pero ninguna efectiva y además pueden resultar contraproducentes, como ponerse un ajo en la vagina durante tres noches (que aunque es cierto su poder antibacteriano, también puede irritar la mucosa vaginal seriamente y además no protege al bebé aunque aparentemente haga desaparecer la bacteria).
Las matronas han utilizado algunos recursos naturales durante años, entre los que se incluyen el uso de probióticos combinados con una gran variedad de hierbas que matan bacterias patógenas vaginales y/o estimulan el sistema inmunológico, como lavados con tomillo y cola de caballo o aplicacines vaginales de aceite de orégano, aceite de árbol de té, astrágalo, equinacea o vitamina C. Estas aplicaciones se hacen mediante tampones o algodones, en diluciones con aceite de oliva para evitar irritaciones, pero no están apoyadas por ningún estudio científico.

De todos los remedios encontrados, personalmente me quedo con lo que parece ser más prometedor; la corrección del ph vaginal/intestinal mediante la mejora de la dieta y el uso de probióticos y lactobacilos (secretan ácido y peróxido de hidrógeno, ambos tóxicos para las bacterias patógenas) como impulsores del sistema inmunológico:
"Mientras que las hierbas pueden ayudar a hacer retroceder las bacterias patógenas a las que se les ha permitido prosperar debido a nuestras elecciones de estilo de vida de salud limitada, son los probióticos los que crearán un ambiente vaginal duradero, sano, y proactivo, hostil al EGb. De hecho, la terapia probiótica se está estudiando actualmente como una alternativa a la IAP del EGb y los resultados hasta ahora son prometedores."
Midwifery Today, Spring 2014 (Traducción no profesional ajena a Midwifery Today)
En un estudio de 2005 en Turquía, se estudiaron los efectos inhibidores in vitro de 51 lactobacilos (50 de ellos purificados a partir de frotis vaginales y uno de ellos comercial) en cinco EGb. Diez de estas cepas (el 20%) expresaron efectos inhibitorios pronunciados en el crecimiento de EGb. Siete (70 %) de las cepas inhibitorias eran Lactobacillus rhamnosus. Las cepas inhibidoras tenían la producción de ácido superiores a las no inhibidoras. Los autores del estudio expresaron su esperanza de que la administración de ciertos lactobacilos como probióticos a través de un régimen apropiado pudiera ser una alternativa segura, fisiológica y económica para la prevención de las infecciones neonatales por EGb . 
Un estudio realizado en 2006 en Argentina encontró que dos cepas de lactobacilos (Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus fermentum L60 L23), inhiben la unión de EGb a células vaginales epiteliales por exclusión y competencia. Los autores llegaron a la conclusión de que los resultados indican que estas cepas Lactobacillus pueden tener potencial probiótico para el control de EGb en mujeres y en consecuencia pueden prevenir las infecciones de EGb en los recién nacidos, actuando como agentes anti-infecciosos en la vagina.
En otro estudiodirigido por la Dra. M. Cristina Verdenelli de la Universidad de Camerino en Italia, se comprobó también que las cepas Lactobacillus rhamnosus IMC 501 y Lactobacillus paracasei 502 IMC son también efectivas contra la cándida vaginal.
Por otra parte, el equipo de Juan Miguel Rodríguez, coordinador de una investigación realizada en la Complutense de Madrid, concluye que las cepas de Lactobacillus fermentum (reduce la concentración bacteriana de Staphylococcus en la flora mamaria reequilibrándola) y L. salivarius, son eficaces para tratar las mastitis humanas. Detalla la información en su libro "Mastitis, el lado oscuro de la lactancia".

En el mercado, podemos encontrar la cepa de Lactobacillus rhamnosus en los probióticos comerciales "Aquilea Intimus" o "Pearls IC Fórmula Intensiva" y las dos cepas juntas (rhamnosus y fermentum) en "Ergyphilus Niños" de Nutergia. En cualquier caso, es la primera la que contiene mayor cantidad de Lactobacillus rhamnosus, con eficacia vaginal reconocida en diferentes estudios (10.000 millones de ufc* frente a 1.000 millones de ufc*). También podemos encontrar la bacteria rhamnosus en el nombre comercial Nutergia Ergyphilus Plus, a razón de 6000 millones ufc* por cápsula y la cepa fermentum en Lactanza Hereditum (10000 millones ufc*) o Lacteol Fort (dos presentaciones; 5000 millones y 10000 millones ufc*)
 


En este artículo escrito por Inma Marcos, comadrona, se ofrece una revisión de muchas de las prácticas realizadas y sus estudios y posteriores revisiones, con la conclusión de que con el Estreptococo positivo lo que hay que hacer es NADA. Cuanto menos se menea y toquetea y más tranquila se deja a la flora vaginal, mejor. 

En el parto, es preferible evitar todo tipo de tactos vaginales en mujeres con EGb positivo (especialmente cuando la bolsa ya está rota), monitorización interna fetal o amniotomía (aunque es preferible que estas prácticas se eviten siempre). 
Muy importante dejar que el bebé se colonice de la bacterias maternas en primer lugar y no de las hospitalarias, fomentando el contacto piel con piel inmediato [1, 2, 3, 4] entre la madre y el bebé. Esto además asegura el bienestar del bebé, otro factor importante puesto que el estrés del recién nacido es uno de los principales inhibidores de su sistema inmunológico. 
Asegurarse de que el recién nacido tome el calostro, fuente concentrada de defensas maternas; no eliminar el vérnix caseoso, ya que contiene péptidos y proteínas antimicrobianos y promover la lactancia materna, ya que protege de la sepsis neonatal.  

Así, un ambiente como el que se produce en un parto en casa sin intervenciones, favoreciendo todo el proceso y sin bacterias externas hospitalarias, es el ideal para que el EGb no de problemas. 

*Unidades Formadoras de Colonias

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- Qué sucede cuando los cultivos del Estreptococo Agalatiae dan positivos, ¿se puede parir en casa? (Inma Marcos, comadrona)
- Limitar los efectos del Estreptococo: cómo evitar que cause infección al bebé (Emilio Santos Leal, ginecólogo) Aquí en .pdf
- En caso de estreptococo positivo, ¡que no os separen!
- El nacimiento en el agua y el Estreptococo B (Crianza Natural, Midwifery Today).
“Group B Streptococcus (GBS)”, Midwifery Today  (Agosto 2013) 
Group B Strep and Home Birth, Homebirth.org
- Reducing GBS Colonization with Alternative Treatments
- Midwifery Today, "Group B Strep: A Holistic Approach, by Laura Donelly. April 2014"
- Beneficios de los probióticos 
- Bacterias probióticas contra las mastitis humanas 
- Mastitis durante la lactancia: puesta al día
- Revisión actual de los probióticos en la oficina de farmacia, pdf

- Estudios sobre el parto en casa, ¿es seguro?
- El 70% de las embarazadas podría dar a luz en casa sin problemas
- El NICE recomienda partos domiciliarios o en centros asistidos por matronas
- Usar antibióticos durante el embarazo puede alterar la flora intestinal del recién nacido


 
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Ritual de amor, de mujer, de vida.

El cuerpo femenino es el bello vehículo encargado de transportar el alma de su mujer y la de los pequeños a los que se ceda para crear y ser. 

Algo tan perfecto y maravilloso, casi mágico, merece tal vez una ofrenda, un bello gesto, un agradecimiento. Nuestro hermoso cuerpo merece gratitud por darnos el placer y el honor de gestar y dar la vida, la capacidad de conectar y relacionarnos con un ciclo al que pertenecemos, que nos acoge y que nos deja reposar al finalizar nuestro camino.
En muchas culturas se crea un vínculo antes de iniciar el proceso del embarazo, una especie de acuerdo mútuo entre la madre tierra y nosotras, que en muchos casos se sella con el nacimiento y una ofrenda, que pudiera ser plantar un árbol ofreciéndole la placenta de nuestro bebé para que crezca fuerte y sano.

Hagamos un rito, compartamos nuestras tradiciones, ampliemos a otras culturas. Ofrezcamos nuestro útero, nuestro amor y nuestro pecho en un acto sincero, amando a nuestro bebé concebido y aun no fecundado. Conectemos con la madre tierra. Conectemos con nuestra naturaleza. Busquemos a nuestras mujeres, dejémonos abrazar, unamos las manos, cerremos los ojos, abramos el alma y el corazón, descalzas sobre la tierra que nos da poder. Dancemos.

Mencionaré aquí algunos 'rituales' que he encontrado, pero en realidad creo que todos buscan el mismo fin: ser capaz de hacernos conscientes de nuestra capacidad creadora, de nuestra fortaleza, de nuestro poder. Te los dejo aquí a modo de curiosidad, pero te sugiero que mires en tu interior; esa fuerza existe dentro de tí de forma innata.
Y si por el motivo que sea deseas hacer algun tipo de ritual pero los enlazados no encajan con tu forma de ser, si tienes a esas mujeres lejos, o no las tienes, da igual. Danza igual. También lo mereces. Huele la tierra, o el mar. Respira lenta y profundamente, relájate, cierra los ojos, siente y conecta con tu cuerpo dador de vida. Grita, canta o permanece en silencio. Sana tu herida, habla a tu alma, a tu hij@. Lleva tus flores, tu vestido blanco, tus velas, tu poesía.
Haz tu propio ritual, haz tu ritual de amor, de mujer, de vida.

→Si ya estás embarazada y pronto darás a luz, conoce también el "Blessingway": un ritual para honrar a la futura mamá, rodeada de su círculo de mujeres más íntimas y mimándola en una atmósfera relajante e íntima.


Me despido con un extracto del blog Acapulco70 que me encanta:
"En el hinduismo, una religión politeísta, existe una diosa llamada Shakti. Es la diosa de la energía cósmica. Es la fuerza que mueve a todo el universo. Es también la diosa del poder creativo de la feminidad, y se le llama “La Gran Madre Divina”. Al igual que la virgen, Shakti es la gran madre, pero a diferencia de la virgen, Shakti tiene poder en sí misma. Shakti no depende de nadie, su existencia está directamente unida al universo, y es la responsable de sus cambios.
Quizás lo más interesante de Shakti es que para los hindúes ella existe dentro de cada mujer. No existe solamente como una manisfestación, no, cada mujer ES Shakti literalmente. Dentro de cada una de nosotras Shakti vive y crea, y por eso para honrar a Shakti tienes que honrarte a ti misma. Shakti no se sacrifica por el otro, ella se regocija en sí misma y conoce su poder de creación. Es una diosa digna."
"Todas tenemos diferentes diosas dentro de nosotras que interactúan, se activan y se desactivan a lo largo de nuestra vida."

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viernes, 23 de mayo de 2014

Buscando un embarazo.


¿ESTOY PREPARADA?

Creo que esa respuesta se la ha hecho todo el mundo. Es un paso tremendamente importante y es lógico dudar de nuestra capacidad. Es algo que nos ocurre antes, durante y... por resumir, toda la vida. La maternidad es un continuo aprendizaje. 
Pero te diré un secreto: si lo escuchas, tienes un instinto que te guiará. Y para las cosas que no acabes de tener claras, existe un montón de [buena] bibliografía que puedes leer para orientarte (tienes algunos ejemplos en el post "Cuidados durante el embarazo").  Pero ante todo, tranquila, sabrás hacerlo... y lo que no sepas hacer, lo aprenderás por el camino. Una nueva investigación revela que las expectativas del embarazo están fuertemente influenciadas por las historias que han oído sobre ello en sus círculos sociales y en los medios de comunicación.

Quizá querais hacer este test para conocer más datos sobre el embarazo.

UN TEMA DE FERTILIDAD

Por desgracia para muchas parejas, un hijo no llega siempre cuando se llama a su puerta. En algunos casos porque existen problemas médicos, en otros porque se espera demasiado tiempo y ha de recurrirse a métodos asistidos que pueden convertirse en un sufrimiento para la pareja.
Recientemente, se ha desarrollado una técnica que permite medir la hormona antimuleriana (AMH), una hormona que permite conocer con gran seguridad la reserva ovárica, el tiempo fértil que dispone una mujer. Sirve para predecir la respuesta al tratamiento en fecundación in vitro, inseminación artificial y otras técnicas de reproducción asistida, así como para orientar a la necesidad de recurrir a la donación de ovocitos.

Una mujer de 40 años puede sentirse jovial, enérgica, en forma física y mentalmente y pensar que tiene toda la vida por delante, pero el reloj biológico va por otro lado y no espera a nuestro concepto de 'momento ideal'.
La edad más fértil de la mujer está entre los 20 y los 34 años. A partir de los 35, la capacidad reproductora de la mujer disminuye y este descenso es muy significativo a partir de los 40 años, aunque una mujer de 40 años con un cuerpo libre de enfermedades y malos hábitos tiene más posibilidades de llevar un embarazo a término que una mujer más joven con alguna enfermedad o hábitos poco saludables.
 

En cualquier caso, nos podemos encontrar ante un problema de infertilidad que puede estar relacionado con la falta de células inmunes e incluso con el grupo sanguíneo: parece ser que a partir de los 30 años, las mujeres con grupo sanguíneo O son menos fértiles. Otros problemas de fertilidad pueden solventarse solucionando las causas que lo crean (por citar algún ejemplo, el consumo de tabaco, alcohol o marihuana o el uso de determinados productos).
La infertilidad masculina es más una consecuencia de alguna enfermedad o circunstancia, que una enfermedad en sí.

ANTES DEL EMBARAZO

Es recomendable hacer algunas cosas antes de quedarse embarazada, como bajar peso si estás obesa y dejar de fumar. Esta es una excelente ocasión para cuidarnos. Si bajas peso mejorará, entre otras cosas, la calidad de tus óvulos. Piensa que dejar de fumar te lo puede hacer pasar mal, y si lo haces cuando ya estés embarazada, es posible que te agarres al "es que el médico me ha dicho que mis nervios/ansiedad no son buenos para el bebé" y te pases con la excusa todo el embarazo fumando. Razón no le falta, pero el bebé no tiene la culpa de los vicios de su madre y fumar durante el embarazo perjudica su salud. No lo hagas por tí si no quieres, pero hazlo por ese bebé, por prevenirle un parto prematuro, bajo peso al nacer, la muerte súbita o enfermedades en la edad adulta. Lee para más información "Fumar en el embarazo" y "El tabaco y el alcohol en el embarazo".
Además, dejar de fumar va ligado a un aumento de 2-4 quilos de peso (en el mejor de los casos) y puede causarnos ansiedad y alterar nuestro estado de ánimo negativamente durante 4-6 meses, pudiendo llegar incluso a padecer una leve depresión. Mejor pasar todo eso antes de tener una vidita en tu interior y dejarle 'el nido' limpio de toxinas y malos rollos al bebé, ¿verdad?

Según el estudio GestMujer, sobre cuidados, hábitos y promoción de la salud en el embarazo de la mujer española y en el que han participado más de 1.000 mujeres entre los 15 y 49 años a quienes se ha preguntado por sus hábitos y percepciones sobre el embarazo:
"Sólo una de cada tres mujeres embarazadas realiza un correcto control nutricional previo al embarazo, asumiendo un mayor riesgo de malformaciones congénitas a causa de un estado nutricional deficitario"

Es necesario tomar ácido fólico o vitamina B9 uno o dos meses antes de quedarte embarazada y durante el primer trimestre de gestación, para prevenir la espina bífida, labio leporino y retrasos del lenguaje del bebé. Puedes tomarlo como complemento vitamínico de 400 mgr  o aumentando la ingesta de alimentos que lo contengan.
El 67,7% de las embarazadas actualmente no toma ácido fólico previo al embarazo, un suplemento que puede prevenir dos de cada tres casos de uno de los trastornos congénitos más frecuentes, los defectos del tubo neural. Éstos "se originan por una alteración del proceso embrionario de la neurulación entre el día 18 y el 27 del embarazo, cuando en muchas ocasiones la mujer no es consciente de que está embarazada"
También sería interesante hacer una dieta depurativa (a base de vegetales ecológicos) durante una semana para limpiar el organismo y dejar de utilizar algunos productos cosméticos tóxicos, como ftalatos, phenoxietanoles o benzofenonas, que afectan a la fertilidad o al bebé.

Una idea inteligente es plantearse ahora dos temas económicos que parecen muy lejanos: Por un lado, el tipo de parto que deseas. Si te decantas por un parto en casa, el precio ronda los 1000-2000€. Por otro, la posible excedencia maternal  cuando nos toque reincorporarnos al trabajo tras el nacimiento de nuestro bebé. Si coges excedencia voluntaria en el trabajo para incorporarte meses después de que se te haya acabado la baja de maternidad, no cobrarás nada ni podrás recibir ningún tipo de prestación como el paro o ayudas familiares mientras estés de excedencia. Por ese motivo, tal vez encuentres una buena idea ahorrar antes el dinero necesario para quedarte con tu bebé después.

No dejes de leer, además:
Queremos ser padres, ¿estamos preparados?
Prepararse para el embarazo, el parto y la crianza.
Invocando vida
La preparación al embarazo
Suplementación con yodo y ácido fólico durante el embarazo y la lactancia.
Micronutrientes esenciales antes del embarazo: Ácido fólico y Yodo
Ácidos grasos omega 3 sí, pero en el embarazo sin excesos

CÓMO FAVORECER EL EMBARAZO

  • Uno de los temas más importantes es conocer que no todos los días del ciclo de la mujer son fértiles. Tal y como puedes leer y ampliar en el post "Conoce tu cuerpo, tu ciclo, tu menstruación", los días fértiles son los previos y posteriores a la ovulación. Para identificar el periodo fértil, se puede tomar moco cervical de la entrada de la vagina, que tendrá un color transparente o blanquecino, muy parecido a la textura de la clara de huevo. El moco cervical que nos indica la proximidad de la ovulación forma un hilo que puede llegar a medir 8cm si lo colocamos entre nuestros dedos índice y pulgar y lo estiramos. Cuanto más elástico sea el moco, más cercano el día de la ovulación. También puedes conocer esos días mediante esta calculadora de ovulación. Este dato te permite, además, que podáis intentar elegir el sexo del bebé.
Imagen: Clínicas de fertilidad en Lima
  • Otro tema importante es la frecuencia de las relaciones sexuales. Existen varias posturas al respecto: la que dice que la abstinencia sexual mejora la calidad del esperma y justo la contraria, que cuanto más sexo, mejor esperma. Parece ser que incluso la OMS se pronuncia sobre la cantidad de sexo que hemos de tener para conseguir un embarazo, e indica que entre 2 y 7 días de abstinencia sexual consiguen aumentar la cantidad de espermatozoides, aumentando también las posibilidades de un embarazo. Pero otros estudios indican que aunque es cierto que la abstinencia aumenta el número de espermatozoides, también reduce su calidad. Por lo que mantener sexo diario durante una semana hace tener menos espermatozoides pero con un ADN más sano, y por tanto, más apto para fecundar al óvulo. Las eyaculaciones diarias durante más de una semana, parece ser que reducen demasiado la calidad del esperma. En cualquier caso, obsesionarse con días y calendarios no es nada productivo, porque el estrés y la ansiedad que genera puede provocar justamente el efecto contrario al deseado. Lo mejor es disfrutar de la búsqueda sin agobiarse.
  • También es necesario hablar de la postura. No todas las posturas son iguales si hablamos de buscar un embarazo. La lógica nos dice que la fuerza de la gravedad nos va a ser de ayuda, por lo que:
1- Se evitan posturas en las que ella esté arriba o de pie
2- Se fomentan las posturas que eleven el culete de la mujer para ayudar a los espermatozoides a llegar hasta el óvulo facilitándoles una "cuesta abajo".
3- Esperar hasta que el pene esté fláccido para sacarlo de la vagina, puesto que si aun mantiene la erección puede 'arrastrar' esperma consigo en una especie de efecto émbolo.
4- Después del acto sexual, si es posible, la mujer permanece un par de horas en la cama, tumbada boca arriba, sin incorporarse. Además puede añadir un cojín bajo el culete para mantenerlo elevado (la cuesta abajo para los espermatozoides)

Imagen: Kamasutra.ms
  • La alimentación también es un factor clave, ya que existen alimentos que favorecen el embarazo (antioxidantes, vitaminas B, ácido fólico, calcio, DHA, hierro, fibra, zinc, agua) y otros que, por el contrario, pueden dificultarlo (edulcorantes y conservantes como aspartamo o glutamato, cafeína, alcohol, medicamentos, soja, alimentos transgénicos...). Una regla sencilla es alimentarnos bien, con productos naturales y si puede ser, ecológicos. Algunos productos químicos presentes en nuestra vida diaria también pueden perjudicarnos en cuanto a fertilidad se refiere.
  • A continuación, te dejo con una recopilación de consejos para aumentar la fertilidad de forma natural:
La mujer:
La pared uterina debería tener un grosor de 9-10 mm antes de la implantación para asegurarla. Se puede probar lo siguiente:
- Tomar suplementos de las vitaminas antioxidantes C y E, así como selenio, como protección contra los daños provocados por los radicales libres.
- Comer alimentos que contengan bioflavonoides, como cítricos, brécol, uvas y tomates. Poseen propiedades antioxidantes y mejorarán el flujo sanguíneo.
- Tomar un suplemento de vitamina B, y asegurar que la dieta sea rica en esta vitamina, para mejorar el suministro de sangre y engrosar la pared uterina.
- Tomar alimentos ricos en ácidos grasos esenciales, hierro y proteínas: debes incluir nueces, espinacas, semillas, ajo y avena en tu dieta.
- La arginina, un aminoácido, también ha demostrado mejorar la pared uterina. Debe tomarse como suplemento.
- La acupuntura puede mejorar el flujo de sangre hacia el endometrio.
Desde Todopapas, por Dra. Victoria González Villafáñez, ginecóloga de la clínica GINEFIV (Madrid).
Además de estas premisas, puede ser aconsejable reducir a una pieza diaria los lácteos, puesto que a algunas mujeres les altera el moco cervical. Los frutos secos, mejor en crudo, sin tostar. Las granadas, que nos pueden recordar un ovario lleno de óvulos, y las semillas de lino (en mayor proporción) contienen gran cantidad de fitoestrógenos que nos ayudarán a estabilizar niveles bajos de los mismos. Prudencia a la hora de consumir soja, sobre todo si no nos aseguramos de que proceda de cultivo ecológico, porque parece que disminuye los niveles de las hormonas necesarias para la ovulación.
La vitamina B, igual que la vitamina C, están presentes en muchos alimentos, por lo que no es necesario tomar ningún suplemento si  incluimos alimentos que la contengan en nuestra dieta. Podemos encontrar vitamina B en el pimentón, vísceras animales, sardinas, atún, almejas, huevo, leche, yoghurt, cereales integrales, nueces, manzanas, melones, sandías, y en gran cantidad en semillas de lino, sésamo o calabaza, entre otros alimentos...  El contenido más alto de vitamina C, lo encontramos en fresas, papaya, kiwi y naranja. Lee también Vit. B6 y Vit B12 y vitaminas en general.
La vitamina E se encuentra en mayor medida en el aceite de germen de trigo, ya que una sola cucharada cubre las necesidades diarias.  "Le siguen, por orden de mayor a menos contenido en vitamina E, los siguientes alimentos: semillas de girasol, almendras, aceite de girasol, aceite de cártamo, avellanas, cacahuetes, aceite de maíz, aceite de oliva, espinacas, brócoli, aceite de soja, kiwi, mango, tomate, espinacas."
DHA/ Omega 3: "Ocho de cada diez mujeres tiene deficiencias de ácidos grasos esenciales (AGE) y hacen falta tres meses para acumular reservas en el organismo. Por lo tanto la primera necesidad de AGE relacionada con el embarazo se produce tres meses antes de la concepción. Unos óvulos sanos y viables necesitan DHA para crecer y desarrollarse, además también ayudan a bajar la presión sanguínea de la madre, prolongar la gestación y asegurar el crecimiento del feto." Lo encuentras en marisco, pescados de aguas frías (salmón, sardinas, atún, caballa, bacalao…), algas, nueces, pipas de calabaza, aguacates, verduras de hoja verde… [Desde Todo Papás]  
También lo encontrarás en forma de suplementos, en dietéticas y herboristerías.
Zinc: Este mineral contribuye a la división celular que se lleva a cabo durante el proceso de desarrollo del feto, mientras que su carencia puede disminuir la producción de óvulos saludables. El zinc es el único mineral que ha demostrado lograr un incremento de las tasas de fertilidad. Qué alimentos lo contienen: Carne magra, pollo, marisco, huevos, pipas de girasol, pipas de calabaza, cereales, jengibre, levadura de cerveza…[Desde Todo Papás]La L-Arginina se encuentra en las carnes rojas (que hay que comer con moderación), carnes de caza y productos lácteos.
La maca andina está relacionada con mayor fertilidad, tanto masculina como femenina.

El hombre
Antioxidantes y vitaminas mejoran la capacidad fecundante de los espermatozoides y parece ser que el café mejora la movilidad de los espermatozoides y las nueces la calidad del esperma.

Zinc: Favorece la producción de espermatozoides, es necesario para construir la capa externa y la cola de éstos. Este mineral se pierde con cada eyaculación, por lo que una vida sexual activa y una dieta pobre en zinc puede ser causa de infertilidad en muchos hombres.
Selenio: Tiene propiedades antioxidantes que pueden mejorar la movilidad del esperma.
Vitamina C: Protege al esperma de los daños de la oxidación, especialmente en aquellos hombres que fuman.
Vitamina B12: Es precisa para mantener la fertilidad. Mejora el recuento espermático.

Terapias alternativas
Existen numerosas terapias alternativas que tal vez ayuden con la fertilidad, como pueden ser la homeopatía, el reiki, las flores de Bach, la meditación, la acupuntura o las hierbas medicinales. 
  • Por último, os dejo con un vídeo sobre la fecundación, espero que os guste y os haya sido de utilidad toda esta información!




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