jueves, 28 de marzo de 2013

Vérnix caseosa


El vérnix es una substancia grasosa que cubre la piel del bebé durante el último trimestre de gestación. Sirve para proteger su piel, para que no se arrugue dentro del líquido amniótico y en el momento del parto, le ayuda a resvalar para poder nacer.
Los mamíferos terrestres somos los únicos que producimos bebés cubiertos de vérnix.
No es conveniente lavar a los bebés recien nacidos porque les quitamos su vérnix (no hay mejor crema hidratante y protectora), tan solo quitar el exceso si es necesario. El vérnix se reabsorbe solo en dos o tres días y tiene un papel protector importante
puesto que contiene péptidos y proteínas antimicrobianos que protegen al bebé.

"Sin prisas, doctor. Mi vérnix no es suciedad.
En realidad, las industrias cosméticas y farmacéuticas intentan reproducirlo desde hace años. Los recién nacidos que han mantenido el vérnix en su piel, tienen un mejor mantenimiento térmico, menos cantidad de lesiones y mayor hidratación cutánea. El vérnix es una barrera contra infecciones bacterianas, aumenta la elasticidad de la piel del bebé, entre muchos otros beneficios. 
¡Sin prisa, doctor!"


VERNIX CASEOSA, QUÉ ES?
La inmensa mayoría de los bebés nacen con el cuerpo cubierto por una finísima (o no tan fina, como el bebé de la fotografía) capa de grasa blancogrisácea, llamada vérnix caseosa. Este manto sebáceo se localiza principalmente en tres zonas del cuerpo: en los pliegues cutáneos, en el dorso y en la parte posterior de las orejas.
Está compuesto por un 80% de agua, sobre un 10% de grasa y otro 10% de proteínas, y además contiene células epidérmicas muertas, pelos y secreciones de las glándulas sebáceas.
En ocasiones, al romper aguas, flota en forma de copos sobre las mismas. No es signo de alarma, tan sólo el testigo de que esta vérnix se va desprendiendo de la piel del bebé poco a poco.

EJERCE FUNCIONES BÁSICAS:
No conviene intentar quitársela por varias razones: porque es muy fácil hacerle heriditas que se le podrían infectar (su piel es muy delicada), porque se reabsorbe sola a los dos o tres días del nacimiento y porque resulta muy beneficiosa para el bebé.

Éstos son los motivos:
-Ayuda al niño a mantener su temperatura corporal, evitando que se quede frío (los recién nacidos pierden calor enseguida, sobre todo por la cabeza).
-Le nutre la piel mejor que cualquier pomada, evitando que se le reseque y se le descame precozmente.
-Le protege de algunas agresiones externas (el roce de la ropa y los cambios de temperatura, por ejemplo) y actúa como defensa contra las bacterias, los virus y los hongos que pululan en el ambiente, ya que contiene proteínas que se adhieren a estos microorganismos, impidiendo su indeseable actuación.
-Los últimos estudios aseguran que la vérnix caseosa contiene una alta concentración de vitamina E, un poderoso antioxidante que protege la piel del pequeño frente a la acción dañina que pueden ejercer sobre ella el oxígeno y los rayos ultravioletas del sol.

APARECE DURANTE EL EMBARAZO
La vérnix caseosa se empieza a formar en el último trimestre de embarazo.
En esta etapa tan precoz de la vida del pequeño, su misión consiste en hacer de barrera para prevenir que su piel, al estar en contacto permanente con el líquido amniótico, se acabe macerando.
Además, la vérnix, al esta­­r situada entre la piel del bebé y el líquido amniótico, actúa como defensa para proteger al pequeño de posibles infecciones dentro del útero materno.
La formación de la vérnix caseosa se produce al mismo tiempo que la aparición del estrato córneo del bebé, que es la capa más externa, superficial y “dura” de la piel.
La coincidencia de estos procesos es vital, ya que el estrato córneo necesita de un ambiente seco para completar su desarrollo. Y es la vérnix quien se lo ofrece, formando una barrera protectora que le mantiene aislado del líquido amniótico.

Fuente: Crecer Feliz



Más info:
¿Qué es la vérnix caseosa?, Bebés y más
El vérnix y el cuidado de la piel del recién nacido, Crianza Natural
La adulteración de nuestros sentidos desde el mismo nacimiento, El Parto Es Nuestro


Y para los primeros baños, nada como uno de este tipo! ♥

  





Nota: Éste es un blog informativo, no un blog médico, por lo que las respuestas recibidas han de ser consideradas opiniones.

viernes, 15 de marzo de 2013

Polarización entre hermanos, Laura Gutman

 Tener hermanos no es garantía de que los lazos de amor y proximidad emocional se instalen. Tampoco es determinante si tenemos mucha o poca diferencia de edad, ser del mismo sexo o haber compartido habitación durante la niñez. La hermandad depende de la capacidad de nuestros padres de atender nuestras necesidades individuales sin rotularnos, es decir, sin encerrarnos a cada hijo en un personaje determinado.

Para comprender esto, tenemos que ser capaces de abordar el complejo tema de la polaridad. Este es un mecanismo mediante el cual los seres humanos podemos alcanzar el discernimiento. Comprendemos que algo es grande en relación a lo pequeño. Que algo es blando en relación a lo duro. O que algo es femenino en relación a lo masculino. En las relaciones humanas ocurre lo mismo: “proyectamos” lo que creemos, lo que suponemos o lo que nos trae alivio. Esa “proyección” es “polar”, es decir, reconocemos algo “bueno” respecto a lo “malo”. Este sistema inconsciente ubica nuestras experiencias en algún “estante” conocido de nuestro armario emocional, pero no refleja necesariamente la realidad.

Dicho esto, pensemos en el nacimiento de un segundo hijo. Ya desde la sala de parto diremos: “Nahuel es tranquilo, a diferencia de Fernando que era movedizo”, o bien: “Catalina sólo quiere dormir, en cambio Nicolás se pasaba despierto todo el día”. Al proyectar “polarmente”, ya estamos imponiendo un “personaje” que el niño luego se verá obligado a asumir. De ese modo, cuando un niño cree que según sus padres es inteligente, o responsable o distraído o agresivo o terrible, intentará asumir ese papel a la perfección. Hará lo posible para ser el más terrible de todos o el más valiente de todos para ser querido. Ahora bien, si el niño no se siente suficientemente amado, creerá que su hermano -opuesto- sí lo es. Esto demuestra que el niño no está recibiendo la calidad de confort, mirada, presencia o disponibilidad materna o paterna que necesita. Cegado por su desesperada necesidad de sentirse protegido y amparado por los adultos, hambriento de amor y de caricias, pretenderá “robar” a sus hermanos, pequeñas porciones de afecto. Claro, los hermanos -tan carentes como él- tendrán las mismas vivencias. ¿Cómo lo sabemos? Porque se llevan “como perro y gato”. ¿Cómo continúan estas historias? En principio los castigamos, o al revés, no otorgamos ninguna importancia a las “peleas de niños”. En ambos casos se quedan solos y deseosos de obtener mirada. Luego, en la medida que crecen y adquieren autonomía, registran la distancia instalada, aún siendo hermanos y habiendo atravesado la infancia juntos. Durante la juventud ya son extraños. La vida sigue. En el mejor de los casos luego toleran algún vínculo formal o social entre ellos, aunque en otros casos se habrán enemistado para siempre. Esos niños, hoyAñada un evento para hoy somos nosotros.

Entonces ahora, ¿qué podemos hacer con nuestros hijos, si pretendemos que mantengan relaciones afectuosas entre hermanos? Pues será menester escuchar y comprender a cada hijo en su especificidad de niño pequeño. No sacar conclusiones precipitadas sobre sus virtudes o defectos ni compararlos entre ellos. Intentar satisfacer en la medida de nuestras posibilidades, todo aquello que los niños demandan. Y sobre todo, traducir con palabras sencillas lo que hemos comprendido acerca de ellos, compartiendo esos pensamientos con el resto de nuestros hijos. Sólo entonces cada niño podrá amar a sus hermanos, porque los ha comprendido.

Laura Gutman

 
Nota: Éste es un blog informativo, no un blog médico, por lo que las respuestas recibidas han de ser consideradas opiniones.

viernes, 8 de marzo de 2013

Leches de continuación (Fórmula infantil)



Esta página apoya fielmente la LACTANCIA MATERNA, pero para las mamás que deis biberón es interesante conocer que la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) hace frecuentemente estudios sobre productos que están en el mercado y los analizan, para comprobar que cumplen con las normativas/publicidad que incorporan. Analizaron las LECHES DE CONTINUACIÓN y llegaron a la conclusión de que (siempre después de la lactancia materna), ES MAS BENEFICIOSO CONTINUAR CON LA LECHE DE INICIACIÓN (1) QUE PASAR A LA LECHE DE CONTINUACIÓN (2) y que, después de ésta, es mejor pasar a la leche convencional de vaca que a la número 3 o "de crecimiento".

Decepcionantes
Nos las venden casi como imprescindibles para el desarrollo de nuestros hijos. Sin embargo, tras un análisis de las principales marcas del mercado, comprobamos que las leches de crecimiento no son necesarias.
La leche es fundamental en los primeros estadios de crecimiento del niño. El aporte de calcio que proporciona es muy importante para su desarrollo. De hecho, es el único alimento que pueden tomar los recién nacidos. Idealmente será leche materna; y en su ausencia, leche de inicio (hasta los seis meses), seguida de leche de continuación (de seis a doce meses), leches especialmente tratadas para la alimentación del bebé. Luego, una vez cumplido el año, el organismo del niño ya está preparado para asimilar una dieta variada que incluya la leche de vaca.
Hace pocos años apareció un nuevo tipo de leche infantil, llamada de crecimiento, enriquecida con vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Recomendada para niños de uno a tres años, nos la presentan como una leche de transición entre la materna y la de vaca. Hoy en día la encontramos fácilmente en el supermercado o en la farmacia junto a la oferta más corriente de fórmulas de inicio y de continuación.
Pero, ¿sabemos cuáles son las características que, en teoría, la hacen tan recomendable para nuestros hijos? A lo largo de este artículo, conoceremos las luces y sombras de este alimento recién llegado a los hogares.

Demasiadas calorías
De todas las leches de crecimiento que podemos encontrar en el mercado, hemos sometido a estudio las más habituales. En total han sido seleccionadas 19 marcas, 12 líquidas y 7 en polvo. En el análisis comparativo se han incluido aquellas presentaciones que mezclan la leche con cereales, frutas o cacao.
Empecemos por el principio: la leche, sea de vaca o de otro tipo, contiene hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. La proporción de estos elementos diferencia una de otra... pero ¿hasta qué punto?
- Lo primero que nos ha llamado la atención es el alto valor energético de la leche de crecimiento respecto a la de vaca. En algunos casos, es más de tres veces superior. Un niño de estas edades debe consumir unas 1.400 Kcal al día. Con tres vasos de leche de vaca alcanza el 13% de la energía diaria necesaria. Sin embargo, si empleamos la de crecimiento para proporcionarle la misma cantidad de leche (3 vasos) el porcentaje de calorías ingerido es del 32%. Estas diferencias son muy apreciables y se deben tener en cuenta para no sobrealimentar al niño.
- El único azúcar que existe en la leche es la lactosa. La presencia de otros azúcares contribuye claramente a ese elevado valor energético de la leche de crecimiento. Además, no ayudan al niño a la hora de adquirir pautas correctas de alimentación.
- En cuanto al contenido proteico, en algunas marcas los valores son ligeramente más bajos que en la leche de vaca. Es cierto que en la materna ocurre lo mismo debido a que el riñón del niño, menor de un año, no está adaptado para asimilar una mayor concentración de proteínas. Sin embargo, a partir de esa edad ya no hay ningún motivo para que sea así. Destaca, no obstante, Puleva cacao, que tiene un porcentaje muy parecido al de la leche de vaca.
- Los contenidos en materia grasa son adecuados en la totalidad de las muestras. En todas son muy parecidos a los de la leche de vaca entera. Sólo Nutribén tiene valores algo más bajos, sin que haya motivos para ello. No resulta tan similar el perfil de grasas, es decir el tipo de ácidos grasos. El contenido en grasas saturadas es muy inferior al de la leche de vaca, salvo en Hero Baby junior, Milupa cacao y Pascual. Sin embargo, las monoinsaturadas y poliinsaturadas (estas últimas son fuente de ácidos grasos esenciales) aparecen en mayor proporción que en la leche tradicional.

No al azúcar
Otro punto importante para la salud de nuestros pequeños es el contenido en azúcares. Como hemos visto, el único que existe en la leche es la lactosa. También presente en la de crecimiento, aunque generalmente en mayor cantidad que en la leche de vaca para asemejarse a la materna, no se encuentra, sin embargo, sola. Le acompaña otro azúcar, la sacarosa o azúcar común, claramente inútil y cuya presencia es, además, inadecuada en la leche.
La hemos detectado en más del 60% de las marcas analizadas. Tomando como referencia los valores de azúcar de la leche de vaca y de la materna, varias muestras presentan cantidades muy superiores. Marcas como Puleva cereales, Puleva cacao o Milupa cacao obtienen, en este sentido, valoraciones muy malas.
Además, el sabor dulce que la sacarosa proporciona a la leche no contribuye a crear buenos hábitos alimentarios al niño. Cuanto menos se acostumbre a ella, mucho mejor.

Vitaminas de más
La leche es una fuente de minerales esenciales para el desarrollo físico y mental del niño. Hemos comparado los contenidos de varios de estos elementos con los que hay en la leche de vaca. El más importante es, sin duda, el calcio. Salvo en una muestra, Nestlé crecimiento con cereales, que presenta un contenido mayor, los niveles son parecidos a los que puede tener la leche tradicional. En cuanto al fósforo, que permite la asimilación del calcio, los valores son similares, si bien algunas marcas tienen contenidos algo menores. Es el caso de Almirón, Aptamil, Miltina, Nestlé crecimiento, Nestlé cereales y Nestlé frutas. Sin embargo, la relación entre fósforo y calcio, tan importante para la correcta absorción de éste, no se cumple en la mayoría de las marcas analizadas.
En cuanto a la presencia de vitaminas, no hemos encontrado deficiencias. Al contrario, todas las marcas de nuestro análisis tienen una cantidad superior a las de la leche de vaca.
Sin embargo, los aportes extra no son necesarios para una alimentación adecuada. No olvidemos que a partir de un año el niño ya toma todo tipo de alimentos. Por lo tanto, todos estos nutrientes pueden ser incorporados en la dieta diaria a través de las frutas, verduras, carne, pescado, huevos, cereales y, por supuesto, la propia leche de vaca.
Por tratarse de un alimento infantil, los criterios microbiológicos deben ser exhaustivos. Aún así, no hemos detectado microorganismos en ninguno de los productos de nuestro análisis. Podemos afirmar que las normas de higiene se cumplen perfectamente en todas las muestras analizadas.

Dieta variada y equilibrada
Las conclusiones finales de nuestro análisis son bastante decepcionantes y pocas leches se salvan.
Especialmente inaceptable nos ha parecido la presencia de sacarosa, que ha marcado negativamente la calificación global de los productos que la contienen.
Si ponemos en una balanza los supuestos beneficios de la leche de crecimiento y sus claras desventajas, vemos que, realmente, no son necesarias.
La mejor opción es una dieta variada y equilibrada, en el supuesto de un niño sano. Sólo si existe algún problema de inapetencia se recomienda tomar este tipo de leche. Por supuesto, siempre después de consultar al pediatra para descartar cualquier otro problema en la salud del niño.

No hay Compras Maestras
Como ya hemos visto, este estudio comparativo nos ha descubierto la inutilidad de las leches de crecimiento. Incluso tienen aspectos lo bastante negativos como para no recomendarlas más que en casos muy concretos. Por lo tanto, esta vez no podemos ofrecer una Compra Maestra.
Cuando sea necesario tomar este tipo de leche, recomendamos cualquiera de las que tenga valoración superior a aceptable en su calificación global. Aunque insistimos en que debe ser el pediatra el que lo aconseje.


Además, el pediatra Carlos González, en su libro "Mi niño no me come", también habla sobre este tema:
La leche de continuación es un invento comercial sin apenas uti­lidad práctica. En Estados Unidos, la Academia Americana de Pediatría recomienda dar, a los bebés que no toman el pecho, la misma leche durante todo el primer año. La OMS también opina que las leches de continuación son innecesarias.
¿Para qué se inventaron, entonces? Muy sencillo. La ley pro­hibe, en muchos países (incluido España), hacer publicidad de la leche de inicio. Pero la mayoría, por desgracia, no prohiben la publicidad de la leche de continuación. Así que para los fabri­cantes es ideal disponer de dos leches con el mismo nombre, que sólo se diferencien por el numerito.
La principal utilidad de las leches de continuación, según la ESPGAN, es que son más baratas. Como la leche artificial es cara, las madres con menos recursos que dan el biberón pueden sentirse tentadas a introducir antes del año la leche entera de vaca, lo que no sería muy conveniente. Una leche que, sin ser tan adap­tada a las necesidades del niño como la de inicio, saliese más bara­ta, podría resultar útil.
¿Sin ser tan adaptada? En efecto. La leche de vaca tiene un exceso de proteínas, más del triple que la leche materna. Éste es uno de sus mayores peligros; un bebé no puede metabolizar una cantidad tan grande de proteínas, y puede enfermar gravemente. La fabricación de la leche artificial consta de varios pasos, uno de los cuales es quitar la mayor parte de las proteínas. No es fácil quitarle las proteínas a la leche. Si no hay que quitarle tan­tas, resulta más fácil de fabricar y, por tanto, más barata. La ESPGAN parece creer que la diferencia de precio será sustancial; pero, al menos, en España la diferencia para el consumidor es muy pequeña.
No es que la leche de continuación sea mejor para los bebés mayores. Es peor que la leche de inicio, porque está menos adap­tada. Pero los bebés mayores tienen capacidad suficiente para metabolizarla y la pueden tolerar. Naturalmente, la publicidad de la industria láctea intenta darle la vuelta a la tortilla y vender la leche de continuación como «enriquecida en proteínas para cubrir las necesidades en aumento de su hijo».
¡Menuda tontería! Las necesidades de proteínas de los niños disminuyen a medida que crecen,10 desde más de 2 g por kilo de peso y día al nacer hasta 0,89 entre los seis y nueve meses, y 0,82 entre los nueve y los doce. Un niño de 8 kg necesita 7,12 g de proteínas al día, que puede obtener con 790 ml de leche mater­na (una ingesta totalmente razonable), o con 550 ml de leche de inicio (en la leche de inicio siempre dejan un poco más de pro­teínas de las que tiene la leche materna para intentar compensar su peor calidad).
El mismo niño, tomando 500 ml de leche de con­tinuación, recibiría 11 g de proteínas, mucho más de lo que nece­sita... y eso sin contar las proteínas de los cereales o del pollo que pueda comer.
No se deje engañar por la publicidad; el exceso de proteínas en la leche de continuación no es ninguna ventaja para su hijo, sino sólo un desecho industrial.

Por último, también merecen mención los yoghures "Mi primer Danone"... que vienen a ser exactamente lo mismo. En la web BEBES Y MAS podeis encontrar más info.


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    sábado, 2 de marzo de 2013

    ¿Conoces el motivo de tu cesárea?


    La cesárea es una operación que ha avanzado mucho, que se ha perfeccionado, y que es una herramienta excelente para los (pocos) casos en los que algo sale mal. Son operaciones que, realizadas cuando existen INDICACIONES VERDADERAS para realizarla, pueden marcar la diferencia entre un desenlace fatal o una feliz vida por delante. Pero NO es una 'forma más' de nacer, puesto que entraña muchos más riesgos que el parto vaginal.
    Recuerda que la cesárea tiene un efecto negativo sobre la lactancia materna (aunque con información y apoyo, muchas mamás consiguen amamantar por largos periodos) y que aumenta hasta en 14 veces el riesgo de muerte materna y el riesgo de muerte súbita del bebé durante el primer año de vida. Sin olvidar que "la forma en que nacemos nos afecta toda la vida" y conociendo las consecuencias del bebé nacido por cesárea según Michel Odent.

    "La cesárea se ha convertido en una forma banal de nacer", dice M. Odent, y antes de aceptarla o pedirla, deberíamos CONOCER SUS RIESGOS, recordando que únicamente son asumibles si la vida de la madre o el bebé corren peligro, porque son riesgos serios y a tener muy en cuenta.

    Os animo a informaros con los libros 'La cesárea', de Michel Odent y 'Nacer por cesárea', de Enrique Lebrero e Ibone Olza.

    Debemos tener en cuenta, a la hora de leer este artículo, que a pesar de que a nosotras seguro que no nos dijeron que nuestra cesárea era "innecesaria" (sin necesidad médica real), quizá sí lo fue. Quizá sí se podría haber evitado. Y en caso de que la tuya fuese de esas pocas necesarias, de las que realmente hay que hacer, la lectura de este artículo simplemente te aliviará al comprobar que no 'jugaron' con tu vida ni con la de tu bebé.



    La OMS recomienda que las cesáreas no superen el  10-15% del total de los partos, (idealmente menos del 10%, pero seremos flexibles...) y en muchos países se duplica, triplica e incluso se cuadriplica ese 10% recomendado. ¡México y Venezuela alcanzan hasta un 80% de cesáreas dependiendo del hospital!!! Y España no se salva, por ejemplo: La Gomera un 50% o Puertollano un 55%.
    ¿Por qué? 
    ¿Significa eso que en algunos países el 30, 40 o 60% de sus mujeres son amorfas y no pueden parir a los bebés que tan perfectamente han gestado?
    No, la mayoría de esas mujeres podrían haber parido.
    Las razones de esas "innecesarias" suelen ser:
    • Por ineptitud profesional: Hay ginecólogos que no saben atender, por ejemplo, un parto de nalgas. Obviamente no nos dicen eso, lo que nos dicen es que el parto de nalgas es imposible, peligrosísimo, y que hay que hacer una cesárea. (Más adelante conoceremos la realidad sobre esta excusa)
    • Por dinero: Sobre todo en las clínicas privadas, un ginecólogo cobra el doble o el triple por realizar una cesárea que por realizar un parto vaginal. Y además, con la cesárea está listo en dos horas y el parto le supone tener que esperar a que la mujer avance poco a poco en el proceso de parto, algo que lleva más horas de su preciado tiempo.   
    • Por tiempo: Cumples en la semana que él/ella se va de vacaciones, está a punto de acabar su horario, quiere ver un partido de fútbol 'importante' (si, aunque parezca mentira) o son fechas señaladas como Navidades... Lo rápido es cortar, coser y a otra cosa, mariposa... ¿No te lo crees? Pues LEE ESTE CASO: Es un caso atípico en cuanto a la administración de medicamentos no permitidos, y que sale a la luz gracias a la profesión de periodista del marido de la afectada, pero es una práctica común inducir los partos por el mismo motivo o similares.
    • Por intervencionismo innecesario: Muchas de las intervenciones innecesarias a las que nos someten, acaban provocando que necesitemos otras intervenciones. Comprueba esta 'cascada de intervencionismo' (realizada por Marta García, una mamá-científica que admiro y ha tenido la amabilidad de cederme) y cómo unas intervenciones nos llevan a otras. Esta imagen viene a decir que algunas intervenciones de las que nos hacen (como tactos, rotura de aguas, inducciones, epidural prematura, etc), nos ponen en riesgo, ese riesgo nos lleva a otro riesgo y luego no les queda otra que 'arreglar' el desaguisado que nos han hecho: cesárea al canto porque sus malas prácticas han provocado que la acabemos necesitando:    ¿Te salva quien te puso en peligro?
     
    (Click sobre la imagen para ampliarla)

    Para terminar de aclarar la imagen anterior, podeis leer "Medicalización rutinaria del parto"y aunque posiblemente ya haya quedado claro, quiero hacer una mención expresa:
    Cuando pedimos tasas más bajas de cesáreas, no estamos pidiendo bebés muertos en el vientre por negligencia o 'por no hacer una cesárea a tiempo'. Cuando pedimos que se cumplan las recomendaciones de la OMS en la atención al parto, no pedimos que se centren en reducir las cesáreas, sino que se centren en mejorar la atención al parto para que la cesárea no sea necesaria. Pedimos que se cumplan las recomendaciones de asistencia al parto, que contraindican la mayoría de protocolos hospitalarios actuales, por carecer de evidencia que los respalde y en muchos casos estar demostrado que son técnicas/prácticas peligrosas o contraproducentes. El problema no son las cesáreas en sí, sino todas las [malas] actuaciones encadenadas durante el parto, que son las que nos conducen a la situación de 'innecesárea'.


    Si tienes curiosidad por conocer un poco más acerca de TU cesárea, te animo a que busques tu informe hospitalario, donde ha de constar el motivo por el que te hicieron esa operación. Comprueba que lo que a tí te dijeron en su momento, figura también de forma escrita en el informe: es un dato importante, puesto que si las causas con las que justificaron tu cesárea verbalmente no están reflejadas en el informe médico, posiblemente sean falsas y por ese motivo no figuran.
    Imagina por un momento que las causas con las que te justificaron TU cesárea fuesen falsas, imagina por un momento que no hubo un impedimento real para el parto vaginal, que tu cesárea se hizo contra toda evidencia científica:

    "Es absolutamente imposible parir a un bebé de culo. Es poner en serio peligro la vida del bebé y de la madre, sólo una madre irresponsable querría parir a su bb de nalgas"
    "En estos tiempos que corren, hay que buscarse la vida. Con esta cesárea he ganado 400 euritos más para mi bolsillo"
    "Tenía que coger un vuelo, así que en lugar de darle el tiempo que necesitaba, le hice una cesárea"

    "El bebé tenía sufrimiento fetal, provocado por haber tenido a su madre enchufada a la oxitocina toda la noche, y con fiebre, debido a haberle puesto la epidural bien tempranito para podernos ir a dormir un rato y que no molestase. Ah, si, también le hicimos unos 20 tactos innecesarios que obviamente aumentaron el riesgo de infección con las aguas rotas."

    ¿Te imaginas!!!? Si lo pusieran en el informe, se les podría caer el pelo si un día los quisieras denunciar, asi que se sacan excusas de la manga o, más habitual, ponen cosas que a tí nunca te mencionaron. A tí te argumentaron situaciones en las que te habrías dejado cortar en trocitos mil veces del miedo que te hicieron tener. Pero ¿te dijeron la verdad?

    Ahora, informe en mano, comprueba si el motivo que te dieron para realizarte la cesárea figura entre los siguientes:
    • CESAREA PREVIA:
    Una cesárea previa NO es motivo para siguientes cesáreas. Sigue estando recomendado el parto vaginal después de cesárea porque sigue siendo menos peligroso (tanto para madre como para bebé) que realizar otra cesárea. El riesgo de rotura uterina tras una  y dos cesáreas (0,4% y 0,8% respectivamente), sigue siendo menor que, por ejemplo, el riesgo de muerte fetal con la amniocentesis (1-2%). La investigación recién publicada por la Sociedad Británica de Obstetricia y Ginecología (BJOG) concluye que tener tres o más cesáreas no debería ser un impedimento para intentar un parto vaginal.
    "La cesárea previa implica que la mujer posee una cicatriz en el útero y que por tanto al no estar “intacto” debe ser cuidado de forma especial durante el parto con el fin de minimizar los riesgos de sufrir una rotura de útero durante el proceso de parto. Esto significa que el parto debe intervenirse lo mínimo posible y que todo lo que se ha demostrado importante para reducir el riesgo de complicaciones en un parto normal (ej. evitar inducciones, favorecer la libertad de tiempo y movimiento en dilatación y expulsivo, intimidad, empoderamiento…) deben promoverse aún más en un PVDC."
    Desde El Parto Es Nuestro

     "Nuestra Fe", un emocionante vídeo de un PVD3C en casa
    • PELVIS ESTRECHA / BEBÉ GRANDE
    Una de las causas estrella, sin duda, la DCP (Desproporción Cefalo Pélvica). Ante todo, cuando nos dicen que nuestra pelvis es 'demasiado estrecha' o nuestro bebé 'demasiado grande', me gustaría que al menos pusiéramos en duda esa afirmación... Porque si hasta ese momento nuestro cuerpo ha gestado un bebé perfecto de la nada, ¿por qué motivo no iba a poderlo parir?

    Conozcamos algunos datos:
    1.- La RELAXINA es una hormona producida por el ovario y la placenta durante el embarazo, que ablanda los ligamentos de la pelvis para que seamos capaces de 'abrirnos' para dejar paso al bebé en el momento del parto (por ese motivo también nos puede doler esa articulación durante y después del embarazo).


    2.- En la posición de CUCLILLAS se abre la pelvis un 33% más que en otras posturas durante el parto. Aunque en realidad, la LIBERTAD DE MOVIMIENTO a la hora de elegir una postura, para que cada mujer de a luz segun su propia fisionomía, es la mejor baza para conseguir parir bebés grandes (y pequeños).



    3.- Además, los bebés nacen con FONTANELAS (su cráneo se compone de 5 placas y no está cerrado completamente al nacer) para que éstas puedan solaparse y adaptarse al canal de parto. Por tanto, la medida del cráneo del bebé, aun sin cerrar, se hace más pequeña para poder nacer.



    4.- Por último, y desafiando a todas las teorías que han rezado sobre nuestras caderas y nuestros bebés inmaduros como consecuencia de la bipedestación, una nueva investigación llevada a cabo por la Universidad de Rhode Island, sugiere que la duración de la gestación humana está limitada principalmente por el metabolismo de la madre, y no por el tamaño del canal del parto. 
    "Según la hipótesis EGG, los bebés nacen cuando nacen porque la madre no puede aportar más energía al crecimiento fetal", explica Dunsworth, por lo cual, "la energía de la madre es la principal limitación evolutiva, y no sus caderas"

    Pocas, pocas cosas (como una rotura de coxis con luxación mal curada o una deformidad de la pelvis causada por desnutrición o mal crecimiento), pueden impedir de verdad el parto vaginal por DCP.


    Y por esos mismos motivos, ni las radiografías, ni las mediciones durante la gestación resultan acertadas para 'predecir' el parto y aconsejar una cesárea por 'bebé grande" o "pelvis estrecha" : PORQUE LA CABEZA DEL BEBÉ Y NUESTRA PROPIA PELVIS CAMBIAN JUSTO EN EL MOMENTO DEL PARTO y una medición o incluso una radiografía antes del parto no sirve para nada. 

    Ecografías:
    Tengamos en cuenta, ante todo, que las ecografías NO SON EXACTAS. El cálculo del peso fetal se toma en función a unas medidas, que calculan un peso aproximado y que se traslada a unas tablas que crean una curva de crecimiento, pero en realidad nadie pesa a ese bebé. En el mejor de los casos, el error puede ser de un 10% (osea, 200 grs en un bebé de 2 Kgs), pero toma mayor importancia si hablamos de un bebé de 4 Kgs con un error de 400 grs, que nos puede llevar a una estimación errónea de un bebé de 4.4 Kgs. En manos expertas (que no siempre lo son), la credibilidad de sus resultados ronda el 75%. Exige ecografistas con la titulación necesaria y requerida (llega hasta grado IV, el necesario para la eco doppler morfológica de las 20 semanas). Conozco personalmente a una mamá a la que adelantaron la fecha de parto porque segun la ecografía, su bebé 'ya pasaba de los 4 Kgs y no lo iba a poder parir' : un bebé que debía nacer más tarde que mi niña, nació dos semanas antes que ella sin llegar a los 3 quilos de peso. Pero casos como estos hay miles. De hecho, es lo más habitual.
    Podeis leer más sobre macrosomía y conocer la historia de Dunia, que parió en casa a su bebé de casi 5 quilos.
    • BEBÉ QUE 'NO BAJA' o 'SE QUEDA ATASCADO'
    Este punto me hace incluso hasta un poco de gracia. En primer lugar, porque he escuchado cómo dicen incluso que el bebé no baja ANTES de que la madre se haya puesto de parto... y para que la pobre criatura pueda 'bajar', es imprescindible que el parto se haya iniciado, señor@s profesionales sanitarios... Es la tremenda diferencia entre esperar a que la manzana esté madura y caiga del árbol o pretender que caiga sola cuando aun está verde: lógicamente, si queremos que caiga cuando está verde, tendremos que estirarla, porque sola no va a caer nunca.Y cuando caiga, estará verde.


    Y ya no por lo que hacen sentir a la mamá, que parece que ha metido a su bebé en un laberinto sin salida, sino por el morro que le echan al decirnos que nuestro hijo 'no baja' (que tontito nos ha salido que no encuentra la salida, oye!), cuando ¡lo obligamos a subir!!!
    En posición horizontal, tumbada en una camilla, éste es el movimiento que ha de hacer el bebé para nacer:


     ↓¿Cómo va a bajar si lo estamos haciendo SUBIR?↓
    Imagen desde http://edumedicina.webs.com 

    ↓¡Valora la diferencia si la mamá esta en vertical!↓

    ↓ Interesantísimo vídeo, el nacimiento en tiempo real. ↓


    Obviamente, es infinitamente más fácil para el bebé descender por el canal de parto y nacer si su madre lo ayuda moviendo y rotando la cadera y en una posición más vertical... Viendo esta imagen y lo importante que es la postura para parir, podeos comprender que nos quieran hacer la maniobra de Kristeller cuando nos tienen tumbadas y no hay manera de que nuestro bebé nazca, para empujar a la fuerza al bebé hacia un camino difícil y antinatural. ¡Con lo fácil que sería dejar a la mujer que se mueva en lugar de destrozarle el vientre y ponerla en riesgo a ella y al bebé!


    Pero si leemos sobre esta maniobra, deberíamos preguntarnos ¿de verdad es necesario que nos hagan algo así poniéndonos en peligro? ¿No sería más sencillo y práctico que nos dejasen caminar?
    Si postramos al bebé, no nos movemos y (ya el colmo) le ponemos oxitocina, aun sería casi un milagro que el pobre bebé fuese capaz de salir sin ayuda...

    • INDUCCIÓN FALLIDA
    La OMS dice que "ninguna región geográfica debe tener un índice de partos inducidos mayor al 10%", aunque en la realidad las multiplicamos con una facilidad asombrosa, ¿sabemos en qué consiste la inducción del parto?
    Las inducciones suelen fallar. Es un hecho. Más del 50% de inducciones acaban en cesárea o parto instrumental, y no es una casualidad. Además, las inducciones son insoportables sin anestesia, y la anestesia nos lleva a su vez a otras intervenciones y riesgos innecesarios (lee más abajo sobre la anestesia en el parto).

    Si el bebé está preparado para nacer, segregamos un auténtico huracán hormonal que prepara nuestro cuerpo, el del bebé, el útero y sus pulmones para el parto y la nueva vida. Si ese inicio no ha comenzado, por mucho que lo intenten forzar de forma artificial con oxitocina u otros inductores, no siempre consiguen que se inicie, porque aunque creamos que podemos hacer lo que queramos cuando queramos, si nuestro cuerpo y nuestro bebé aun no están preparados, sencillamente no están preparados. Podremos arrancar al bebé del útero, pero no le estamos dejando nacer preparado, cuando lo necesita.

    Podemos probar algunos remedios naturales para ayudar a nuestro cuerpo antes de someternos a una inducción, pero aun intentándolos todos, hemos de ser conscientes de que únicamente conseguiremos que se inicie el parto si nuestro cuerpo ya estaba preparado para iniciarlo. Si aun no ha llegado el momento y estamos bien, ¿qué corre tanta prisa?

    Hemos de tener también en cuenta qué nos quita la oxitocina sintética, y cuánto puede paralizarnos el miedo en el momento del parto. Recordemos que si nos sentimos presionadas o intimidadas, nos ponemos nerviosas, y si nos ponemos nerviosas segregamos adrenalina, y la adrenalina es un antígeno de la oxitocina (lo que quiere decir que si hay nervios no hay oxitocina endógena -la nuestra- y por tanto no hay parto o éste se estanca y se para. Algo que le ocurre a muchas mujeres al llegar al hospital).
    No dejeis de leer también qué son las endorfinas, porque gracias a ellas nos podemos 'colocar' en el parto, desinhibirnos y concentrarnos en parir, que es de lo que se trata.
    Si te rompieron las aguas artificialmente, (amniotomía), te interesa leer esto.
    La oxitocina provoca contracciones más seguidas, más fuertes y más dolorosas. En el bebé, a menudo, provoca sufrimiento fetal porque las contracciones tan seguidas no le dejan descansar entre una y otra y recuperarse como lo haría entre contracciones 'naturales'. Este sufrimiento fetal puede darse en forma de HIPOXIA (falta de oxígeno) en el parto.

    Conoce también cómo afecta la EPIDURAL en el parto, especialmente si se coloca demasiado pronto (algo habitual en partos inducidos, que son imposibles de aguantar sin medicación).  Si te la ponen con 2 cm de dilatación el riesgo de cesárea es del 50%, con 3 cm del 33% y con 4 cm del 26%. Después no hay diferencias en los resultados. Y no te pierdas tampoco los RIESGOS Y CONSEJOS PARA SU UTILIZACIÓN , sus PROS Y CONTRAS y las estrategias para afrontar el dolor sin epidural.

    Pensad: ¿os favorecieron un ambiente íntimo, os trataron con cuidado, os bajaron las luces, os hablaron flojito, os dieron confianza en vuestro propio cuerpo y en el equipo que os iba a atender, os dieron el tiempo necesario para que no os agobiaseis...?

    Para parir se necesita lo mismo que para ir al baño o hacer el amor: intimidad y privacidad. Con este vídeo seguro que lo entendeis mejor: ¿A tí te dejaron "ir al baño" tranquila?
     
    • GESTACIÓN PROLONGADA / PLACENTA ENVEJECIDA
    El embarazo a término se considera desde la semana 38 hasta la semana 42 de la gestación. Antes de la semana 38 el bebé NO está listo ni preparado para la vida en el exterior, por lo que sacarlo sin una indicación real antes, puede acarrearle serios problemas de salud. Cuando el bebé está preparado, nace. Sacarlo antes si ambos se encuentran  bien, no tiene ningún sentido. Y da igual que estemos en la semana 39 que en la 42, nace cuando está listo para nacer.
    La convención de que el embarazo dura 40 semanas la instauró un ginecólogo alemán a comienzos de 1800. Simplemente, afirmó que un embarazo debería durar diez meses lunares, o lo que es lo mismo, 10 meses de 4 semanas cada uno. Sin embargo, los investigadores de un estudio realizado en 1990 en el que se hizo un seguimiento a mujeres blancas sanas descubrieron que el embarazo en madres primerizas duraba por término medio ocho días más, y en mujeres que habían parido anteriormente la media era de tres días más.Y si además tenemos en cuenta que nuestra fecha de parto está mal, aunque más tarde la regulen según medidas en la primera ecografía, ¿se puede saber qué prisas les entran para sacar a nuestro bebé antes de tiempo si todo funciona bien?

    El (posible) problema en las gestaciones que exceden las 40 semanas, es la calcificación (envejecimiento) de la placenta. Cuando la placenta se calcifica, no le aporta ni los nutrientes ni el oxígeno necesarios al bebé, pero antes de afirmar tal cosa, han de hacerse pruebas. Un dato interesante a tener en cuenta: las placentas de madres fumadoras se calcifican antes, por ese motivo suelen tener bebés de bajo peso e incluso prematuros. Y además, ha de tenerse en cuenta que TODAS las placentas comienzan a envejecer cuando se acerca el momento del parto. Si ese fue el argumento que te dieron, comprueba con tu informe en qué situación real se encontraba vuestra placenta y su calcificación.
    • FIEBRE MATERNA y ROTURA DE AGUAS
    La fiebre materna en el parto se suele dar por dos factores principalmente: TACTOS VAGINALES con las aguas rotas y muchas horas con la epidural puesta: Se produce en el 15% de los casos si la epidural se mantiene durante más de 4 horas, pero el porcentaje aumenta con el tiempo: a más horas de epidural, más riesgo de fiebre. Por tanto, es útil conocer algunas terapias alternativas para reducir el dolor y aguantar el máximo sin epidural.
    Romper aguas no indica que el parto deba iniciarse de inmediato, sino que podemos esperar en casa 24 horas y en el hospital sin hacer nada hasta las 72 h después de la rotura. Si ellos no hacen tactos innecesarios y nosotras no hacemos inmersiones de agua, como puedes leer en el artículo "he roto aguas", apenas hay riesgo de infección, ni por tanto necesidad de inducción o cesárea.

    • PREECLAMPSIA y VUELTAS DE CORDÓN
    Ni la preeclampsia justifica la cesárea ni las vueltas de cordón a priori. La madre se recupera mejor de una preeclampsia PARIENDO, y tampoco es motivo de cesárea haber tenido una preeclampsia previa en otro embarazo. Las vueltas de cordón no sabremos si realmente son un impedimento hasta comenzado el trabajo de parto, por lo que programar una cesárea antes de saberlo no tiene sentido (luego estamos a tiempo de realizar cesárea si es realmente necesaria). Sólo 1 de cada diez bebés con vueltas al cuello necesitarán nacer por cesárea.
    Amplía la información leyéndote los artículos sobre PREECLAMPSIA (comprueba que realmente cumplías con todos los síntomas), LA FAMOSA CIRCULAR DE CORDÓN y EL CORDÓN UMBILICAL.
    • POSICIÓN TRANSVERSA/NALGAS/GEMELOS
    La posición transversa imposibilita el parto vaginal, así que es causa justificada de cesárea.
    Las nalgas y los embarazos gemelares requieren una atención especial pero pueden desarrollarse de forma completamente normal.
    La posición podálica o de nalgas a término NO justifica la cesárea. Si nuestro gine nos dice que las nalgas son irremediablemente una cesárea, como os había comentado al principio, con total seguridad el problema real no es que no se pueda o no se deba parir un bebé de nalgas, sino que él/ella no sabe atenderlo. El parto de nalgas o podálico tiene un riesgo un poco más elevado que el parto en cefálica, es cierto. Pero a pesar de ello, sigue siendo un riesgo mucho inferior al de realizar una cesárea, por tanto sigue siendo menos peligroso el parto de nalgas que la cesárea por ese motivo.
    Además, existen terapias alternativas para darle la vuelta a un bebé, y si no funcionan o tenemos un bebé en transversa, podemos hacerle la versión externa para girarl@.
    En este enlace, podeis ver tres vídeos de partos de nalgas: El primero en clínica con vueltas de cordón, el segundo en casa, el tercero gemelar.

    Los partos múltiples de gemelos / mellizos también se pueden realizar sin más complicaciones, si bien es cierto que un parto gemelar requiere una vigilancia más constante (sobre todo en el segundo bebé),  sigue siendo más seguro el parto que una cesárea, siempre que no existan otras complicaciones que justifiquen la cesárea directamente. Aquí puedes leer el relato de un parto gemelar después de dos cesáreas y aquí puedes ver un vídeo de parto en casa gemelar .

    • NO PROGRESIÓN / NO DILATACIÓN / PARTO 'ESTANCADO' / HERENCIA
    TODAS las mujeres del mundo dilatan. Y el ginecólogo que diga lo contrario, es un ginesaurio cruel, intervencionista y sin rigor científico alguno. No hay mujer que no dilate, ni hay herencias de 'en mi familia no podemos parir', ni factores genéticos, ni nada de nada. TODAS las mujeres dilatan, sin excepción. No existe ninguna enfermedad o patología que le impida a una mujer dilatar en el parto. Muy pocas no pueden parir, y son casos que se reducen a malnutrición o rotura mal soldada de coxis (ver un poco más arriba 'PELVIS ESTRECHA / BEBÉ GRANDE'). Ahora bien, necesitamos algunas cosas para poder dilatar... si no se nos dan, entonces nos bloqueamos y nos cerramos como un puño. ¿Qué cosas? Intimidad, respeto, tranquilidad... y sobre todo, no tener miedo. La mejor forma de perder el miedo es conocer a lo que te enfrentas, y eso sólo se consigue con información, para que el miedo a lo desconocido deje de ser desconocido y por tanto, deje de ser miedo. Lee el apartado de la INDUCCIÓN FALLIDA (un poco más arriba), para conocer más sobre esto y saber cómo te pudo afectar a tí la situación.

    Por tanto, un parto estancado con total seguridad se puede deber a un bloqueo de la mamá, a las prisas a las que la están sometiendo, a niveles altos de estrés, a nervios, a miedo, a invasión de su intimidad, a falta de respeto y cuidado a la hora de tratarla, a ningunearla e infantilizarla. ¿El remedio? De nuevo INFORMACIÓN para poder ELEGIR cómo y con quien queremos estar.
    Un parto largo TAMPOCO es indicativo de cesárea. En primer lugar, porque muchos partos comienzan a contarse horas cuando aun no han comenzado realmente. El parto comienza a partir de los 3 cm de dilatación, y antes estamos en pódromos de parto y nos podemos tirar así dos semanas previas al parto. Así que lo primero, es asegurarnos: ¿ESTAIS DE PARTO?. Cuando ya estemos seguras de ese punto, hemos de tener en cuenta que el parto es un proceso lento, que requiere tiempo, y que es perfectamente normal que una primeriza se pase 12-14 horas de parto. Pero es que eso tampoco es indicativo de nada, lo más razonable es no alarmarse antes de tiempo, descansar mientras se pueda y aprovechar, para coger fuerzas y poder afrontar el parto aunque sea largo. Un parto puede durar perfectamente días, y aquí tienes una muestra de un parto en casa de 41 horas y otro de casi 57h. Lo que hay que hacer es intentar y controlar que la madre y el bebé estén bien, y facilitar que ese proceso ocurra de la mejor manera posible. El ENTONOX y el uso del agua en el trabajo de parto y sobre todo en la dilatación a partir de los 5cm (que es la más dolorosa) puede ir muy bien para relajar a la mamá.
    Incluso el Colegio de Ginecólogos y Obstetras de EEUU cambia criterios de "tiempo" en el parto para prevenir cesáreas:
    1. Trabajo de parto inicia a los 6 cms.
    2. Primerizas deberían de pujar mínimo 3 horas antes de evaluar.
    3. El parto vaginal, siempre es mejor que una cesárea.


    • PARTO PREMATURO
    En la perfección biológica, las hembras mamíferas, tienen mecanismos para desencadenar el parto cuando una infección puede empezar a ser una amenaza. Ese mecanismo son las prostaglandinas, unas sustancias que actúan como mensajeros, indicando al útero que debe comenzar el parto. Por eso las contracciones de parto antes de tiempo pueden resultar ser el primer síntoma de muchas infecciones (uretritis, amigdalitis, caries dental, apendicitis, etc.). 
    Dr. Emilio Santos, en Tu Bebé
    Según un estudio sobre más de 20.000 recién nacidos, los bebés muy prematuros tendrían menos problemas para respirar si nacen por vía vaginal que por cesárea.

    "Tras considerar la edad, la etnia y las enfermedades maternas, el equipo halló que los bebés por cesárea eran más propensos a tener dificultad respiratoria que los nacidos por parto natural (39 versus 26 por ciento)."
    "Cuando no existe un motivo clínico materno o una indicación precisa por la salud del bebé (de realizar una cesárea) claros, la vía de parto más indicada es la vaginal"

    ***

    Vídeo 'podemos parir', realizado por Sol con los testimonios de las mamás de la lista Apoyocesáreas en el año 2007. En este vídeo podrás ver varios casos de PVDC (Parto Vaginal Después de Cesárea): presta especial atención a los motivos que les dieron a estas mamás para realizarles la primera cesárea y cómo después lograron parir.



    Bacterias, esos "adorables" bichitos:
    "En comparación con los bebés nacidos por vía vaginal, nacer por cesárea aumenta un 22% el riesgo de obesidad, casi el doble de posibilidades de enfermedad celíaca, un 20% más riesgo de sufrir asma y diabetes tipo 1, y hasta 800% más riesgo de tener sensibilidad a alérgenos. Pasar por el canal de parto es vital para colonizar el sistema inmunitario del bebé (de las bacterias de la madre)."
    Desde:  "The rise of cesarean delivery

    "Un estudio de la Universidad de Copenhague descubrió que los partos por cesárea generan deficiencia de factores claves en la prevención de enfermedades inmunológicas."
    Desde: "Parto natural vs. cesárea: inmunólogos revelan la diferencia"

    ---

    Una vez aclarados todos estos puntos, es importante conocer que en caso de cesárea, siempre es mejor esperar a que se desencadene el trabajo de parto y evitar la cesárea programada. Programar una cesárea tiene riesgos añadidos sobre la cesárea en sí misma:
    Y ya de paso, si finalmente ha de ser una cesárea, que sepamos que las cesáreas también deberían ser respetuosas, en un ambiente íntimo y acompañadas por alguien de nuestra elección. Que no hay indicación para que tengamos que estar solas, ni para que nos separen de nuestros bebés, y que también se pueden realizar cesáreas 'naturales', donde la madre es partícipe del nacimiento de su hijo y simulan una especie de parto a través del vientre:


    Como has podido comprobar, la mejor manera de evitar una innecesaria es informarse, conocer las 10 maneras de preparar a una mamá para un mal parto, saber qué tipo de profesionales van a atenderte, haciéndoles algunas preguntas (+más) cuando vayas a visitarte. Además, conoce qué es el Consentimiento Informado, el Primer plan de parto y nacimiento nacional  y tus derechos legales. Presenta en el/los hospital/es tu plan de parto y, en función de su/s respuesta/s, decide con tiempo cómo y con quien deseas atenderte.

    Recuérdalo, TÚ DECIDES, hazlo con información veraz. La ocasión lo merece.


    No dejes de leer:



     
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    viernes, 1 de marzo de 2013

    La historia de Raquel

    El siguiente relato pertenece en exclusiva a su autora y ha sido cedido voluntariamente para ser publicado en este blog (reproducción literal del texto original).
    Por favor, deja un comentario a Raquel en agradecimiento por haber compartido su historia con nosotras. 
    Queda prohibida toda copia y reproducción.


    NACIMIENTO DE AMANDA

    Desde la semana 37, cada noche me acostaba pensando ¿será esta noche? Y aunque permanecía muy atenta a las señales que pudiera enviarme mi cuerpo, ningún cambio parecía presagiar la llegada del gran acontecimiento.

    La tarde de aquel sábado recuerdo haber comentado con victor que la niña estaba situada más en le centro ( siempre la había notado más por la parte de la derecha), tal vez eso es que se ha encajado, pensé, sabiendo que eso no es síntoma de parto inminente, si una señal de que ya queda menos.

    Me sentía contenta y optimista, sin ningún tipo de miedo al parto y mucho menos al dolor. Sabía que sería capaz de llevarlo. Quería sentir lo que pasaba en mi cuerpo, sentir como se abría, observar a la sabia naturaleza actuando en mis propias carnes como hizo tantas veces antes, para dar paso a una nueva vida , la de mi hija.

    Por eso, cuando aquella noche, al ir al baño tras notar cierta humedad en mis braguitas y ver que lo que allí había no era un líquido claro sino una mancha abundante de sangre se me vino el mundo abajo. La historia me resultaba familiar, ya había ocurrido cuando nació Martín, y en mi cabeza los acontecimientos se sucedieron: ya no habría tiempo para llevar al niño con los abuelos con calma, no habría música ni la relajación que me había preparado, no disfrutaría del proceso, sino que llegaría al hospital, me pondrían la epidural y me sacarían a la niña sin que yo tuviera nada que ver en ello, eso teniendo suerte de que no me hicieran cesarea.

    Eso fue lo que pensé. Reconozco que no sufrí por la niña porque la sentía moverse y sabía que estaba bien, y además me di cuenta del sangrado mucho más rápido que cuando nació Martín, sabía, por mi experiencia anterior que me daría tiempo a llegar al hospital y ser atendida.

    Así que había que salir de forma inmediata para el hospital . “Sangrado abundante”, sabía de memoria las razones por las cuales debía acudir al hospital y esa era una de ellas. Había centrado mis esperanzas en llegar a término, y así tener un parto normal, y aunque era consciente de que otras cosas podían ocurrir la verdad es que no me lo esperaba, había soñado tanto con el parto, había puesto tanta ilusión, que la verdad es que no estaba preparada para que las cosas se torcieran, y menos aún para repetir la experiencia anterior.

    En el coche camino del hospital trataba de recuperar el ánimo, mi princesa iba a nacer en muy pocas horas, por fin la conocería, tal vez el parto no fuera como yo deseaba, pero iba a salir todo bien.

    Cuando llegué al hospital estaba profundamente desanimada, a pesar de mis esfuerzos por recomponerme. Les explique el caso y como fue el nacimiento de mi hijo Martín. Me pusieron monitores y me hicieron una ecografía vaginal.

    Mientras estaba en observación con los monitores (tuve que estar un ratito) una matrona se dio cuenta de que estaba decaída y me animo a expresarle mis preocupaciones. Ella intentó en todo momento mostrarse amable y comprensiva y decidí confiarme a ella. Le expliqué que había deseado un parto natural, que en mi anterior parto me sacaron al niño sin que yo participara, sin que yo sintiera nada, que había hecho un plan de parto (que no pude llevar) y que no quería epidural , que quería que el parto fuese lo menos intervenido posible. Ella contestó que a veces las cosa no salen como queremos, que hay situaciones más delicadas que requieren un tratamiento especial. Yo esto lo entendía y así se lo dije, pero en el fondo de mi pensaba que dentro de esto todavía tenía un margen (quizá pequeño) de posibilidades de decisión, en función de cómo se fueran desarrollando las cosas.

    En observación estuve al menos media hora o 40 minutos. Al parecer el sangrado no provenía de la placenta, sino de otra parte de la bolsa llamada amnios, no parecía un desprendimiento muy grande. Tenía contracciones, aunque yo todavía no las sentía y había comenzado la dilatación, así que me pasaron al paritorio.

    Una vez allí me volvieron a conectar los monitores, pregunte si era necesario estar conectada a la maquina todo el tiempo y dijeron que así era. El margen que me daban los cables para moverme era escasamente un metro, pero me resigne y decidí concentrarme en el parto.

    Al poco rato aparecieron para decirme que iban a romperme la bolsa. Yo pedía explicaciones para todo, sobre todo quería sentirme partícipe del proceso, no dejarme hacer sin más. Me dieron dos razones que más o menos me convencieron, por un lado decían que al romper la bolsa bajaría el bebe y eso facilitaría la dilatación, además de frenar la hemorragia. Las aguas las habían visto al trasluz cuando me hicieron la exploración y la ecografía y no parecían estar turbias, sino claras.

    Poco a poco comencé a sentir las contracciones, yo intentaba dejarme llevar, no resistirme a ellas, sino dejarlas atravesar mi cuerpo, como si fueran olas que pasaban por encima de mí. Se iban haciendo más molestas, pero no las describiría como dolorosas, aún no. En cada contracción sentía como mi útero se iba abriendo, visualizaba las imágenes explicativas del proceso de parto, pero no era solo imaginación sino que lo sentía físicamente. Cada vez eran más fuertes y bueno, a pesar de mis escasas posibilidades de movimiento y de los pocos recursos que me quedaban para aguantar el yo intentaba concentrarme en mi tarea y no lo llevaba mal pero…

    … apareció una matrona diciéndome que me iban a poner oxitocina y ahí fue cuando se me cayó el alma a los pies ¿por qué? Me dijeron que la dinámica de parto no era buena, ¡pero si llevaba poco mas de una hora en dilatación! ¿Cómo puede no ser buena la dinámica de parto en una hora? Le dije a la matrona que quería hablar con la doctora para que me explicara con claridad la necesidad de la oxitocina, pero antes quería ir al baño.

    Me desconectaron para poder ir al baño y al volver me sentía realmente hundida, comenzaron a conectarme el goteo. Si me ponían oxitocina la situación se escapaba completamente de mis manos, el dolor sería insoportable, no tendría más remedio que ponerme la epidural y de nuevo, no sentiría nacer a mi hija. Con todos estos pensamientos me puse a llorar, sintiéndome incapaz, con la oxitocina no podría traer a mi hija al mundo por mis propios medios y eso me hacía sentirme muy mal, además me sentía mal por estar así de triste, en un día que se suponía que tenía que ser de alegría. No quería recibir a mi hija con esa moral. La matrona que me vio (creo que era la misma que me había atendido al principio), me pregunto que me pasaba, porque estaba llorando, yo la mire y no podía responder, aunque finalmente atiné a decir que yo no quería oxitocina y entonces me respondió: claro, venís con unas expectativas y a veces no puede ser…

    - ¿Por qué no ha venido la doctora a darme una explicación?
    - Ah, ¿no ha venido? (debió venir cuando yo estaba en el baño)
    - Ya da igual, si ya me habéis enchufado “eso”
    - ¿Quieres que la avise?
    - Sí, que venga

    Pero el daño ya estaba hecho. Cuando vino la doctora me explico que tenían que ponérmela para que el parto fuese mas rápido, ¡Yo no tengo ninguna prisa!, le dije, que la dinámica de parto no era buena y bla bla bla. Ya no me convenció, tenía que haber venido antes, tenía que haberme dado alguna alternativa, ahora ya no había más que hacer, supongo que la hice venir para que al menos diera la cara, de repente me salió la mala leche.

    Así, decidí esperar un poco para pedir la epidural, me ofrecieron el oxido nitroso y lo acepte. En cada contracción me arrimaba la mascarilla y aspiraba lo más fuerte que podía hasta quedarme atontada. Me movía en mi medio metro cuadrado como si estuviera bailando, me sentía molesta, no sabía cómo ponerme. Habían pasado tal vez 10 o 15 minutos, no sé que me dijeron, yo dije que quería ir al baño, que tenía ganas de hacer caca. La matrona me dijo que iba a explorarme primero y cuando lo hizo me dijo sorprenda, ¡Pero si ya estas pariendo! Y con muy mal genio contesté, ¡Pues claro, para eso he venido, para parir!

    Así, en la cama, que me incorporaron hasta quedarme sentada comenzaron los pujos. Vinieron las gines y encendieron los focos, les grité que quitaran esa luz tan molesta, afortunadamente me hicieron caso. Me agarraba a la mano de Víctor y empujaba, y gritaba. Gritaba por el dolor, pero también porque me daba la gana gritar, porque nadie me lo iba a impedir y de esa forma descargaba el enfado, la rabia, la mala leche… No sé si contra las matronas, o las gines, no sé si contra el mundo en general, solo quería gritar y que se oyera, tal vez porque es uno de los momentos en la vida en que tienes licencia para perder los papeles y yo ya estaba harta de ser una niña buena.

    Recuerdo que la ginecóloga que había venido a “explicarme” lo de la oxitocina comento que todo había sido tan rápido precisamente gracias a eso, pero a mí me sonó a justificación. A mi modo de ver esta era la prueba de que no necesitaba absolutamente nada, no creo que en 10 minutos la oxitocina hiciera todo el trabajo, probablemente la dilatación no era tan “mala” como ellas suponían, se basaban en lo que vieron en los monitores, pero esas contracciones no tan fuertes estaban siendo muy eficaces.

    Empujaba con todas mis fuerzas y mientras empujaba no sentía dolor, era peor mientras descansaba, pues entonces es cuando notaba la tensión de mi cuerpo abierto. Las personas allí presentes me animaban y me decían que lo hacía muy bien, en un momento dado me dijeron que ya se veía la cabeza y me animaron a palparme para poder tocarla. Lo hice, pero no encontré nada, supongo que no tenía la tranquilidad suficiente para seguir explorando. A cambio decidí seguir empujando, quería sacar a mi niña cuanto antes, quería acabar con eso, que me dejaran tranquila, sentía cierta antipatía hacia el personal sanitario.

    Sabía que el momento estaba ya muy cerca, notaba la tensión, el ardor y eso significaba que estaba a punto de concluir, supuse que el siguiente pujo sería el último pero no fue así y tal por eso no pude evitar flaquear y decir “no puedo más”, volvieron a animarme, pero yo ya solamente oía la voz de Víctor, era a él al único que quería escuchar.
    Pronto sentí salir la cabeza, creo que la oía llorar, “viene con dos vueltas de cordón” - dijeron “córtalo ya”. Me entregaron a la niña inmediatamente y sentí una alegría inmensa, era absolutamente preciosa, la acomodé en mi pecho y enseguida se prendió al pezón.

    Pero no todo había terminado, siguieron haciéndome perrerías durante un buen rato, para expulsar la placenta, para coserme (no sé en qué momento me hicieron la episiotomía)… Estuvieron por lo menos una hora más, tenían que coserme por dentro y la ginecóloga no daba con el sitio, por lo que no hacía más que hurgarme. Me molestaba mucho, me hacía daño. La increpé:
    - ¿vas a tardar mucho?
    - Acabo de ponerte el tubo ¿?

    Me dijo que entendía que me sintiera tan molesta, que tratara de relajarme, intentó ser muy amable, pero a estas alturas a mi me resbalaba su amabilidad, quería que me dejaran sola, con mi hija, con mi pareja… Viendo que no conseguía coserme se marcho, y en ese momento sentí cierta compasión por ella, era una mujer joven tratando de hacer su trabajo, supongo que como creía que debía hacerse, como la habían enseñado y yo era la paciente gruñona que no dejaba de protestar y quejarse, poniéndoselo difícil. Al rato volvió con ayuda, para terminar de hacer el trabajo.

    Quería disfrutar del momento, pero hasta que no se marcharon definitivamente no conseguí relajarme del todo. Para entonces, tanto a Amanda como a mí nos había entrado sueño y me dio pena no haber saboreado plenamente los primeros momentos en que ambas estábamos más despiertas.

    Metí a Amanda dentro de mi camisón para dormir y me sentí feliz de tenerla ahí. Pensé que ese era el lugar donde mejor podía estar hasta que nos fuéramos a casa.





    ***
    Todo el proceso, desde la entrada por urgencias, duró como máximo tres horas y media.

    Esta es la historia tal como la viví y como la recuerdo. No sé cómo calificarlo, pues me deja un sabor agridulce.
    Probablemente, si hubiera planeado un parto en casa ante el sangrado abundante me hubiesen mandado al hospital, esa es una de las razones para hacerlo, para suponer que el parto es de riesgo.

    No obstante, creo que a pesar de eso hay cosas que pueden cambiar, que se pueden hacer mejor. Me da la impresión de que el hospital clínico de Granada está preparado para realizar partos respetados y naturales cuando todo fluye dentro de los parámetros “normales”, pero en cuanto se da la más mínima incidencia se refugian en la rigidez de los protocolos.

    No soy médico y no tengo más remedio que aceptar la palabra de quien sabe más que yo en este aspecto, pero me da la impresión que aún dentro de estas “situaciones de riesgo” se pueden ofrecer opciones. Por ejemplo, ¿Por qué no me exploraron antes de ponerme la oxitocina? Tal vez hubieran visto que la dilatación no iba tan mal ¿realmente era necesario ponerla con tanta prisa? ¿No se hubiera podido negociar media hora o una hora mal? O en el caso de la episiotomía, una vez llegados a este punto, donde ya esta claro que el bebe va a nacer por vía vaginal de forma inminente ¿Qué diferencia hay con un parto normal? ¿Acaso que no llevaba plan de parto? ¿o que no dieron tiempo suficiente a mi cuerpo? ¿O tal vez es que realmente mis expectativas condicionaron mi manera de afrontar el parto?

    Bueno, ahí lo dejo para la reflexión.



    Gracias, Raquel, por ceder y compartir con nosotras algo tan tuyo. Un abrazo.




     
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