El siguiente relato pertenece en exclusiva a su
autora y ha sido cedido voluntariamente para ser publicado en este blog
(reproducción literal del texto original).
Por favor, deja un comentario a Karla en agradecimiento por haber compartido su historia con nosotras.
Queda prohibida toda copia y reproducción.
LA HISTORIA DE PARTO DE LALITO
Mi FPP era el 29 de julio, pero para el 7 yo ya estaba que
no me aguantaba!! no era tanto la pancita, sino que Lalito se movía tanto que
me lastimaba mucho, no paraba ni de día ni de noche, yo no sé ni a qué hora
dormía!! jajaja…además de las agruras que me estaban volviendo loca :/
Más o menos por esas fechas me fui a casa de mis papás en
Temixco, Morelos que es donde preveíamos parir a Lalito. Ya habíamos comprado
la alberquita y acondicionado el cuarto donde nacería. Me había “mudado” con
todo lo necesario para el nacimiento y por lo menos una semana de posparto,
porque habría que regresar a la casa para sus vacunas, registrarlo, darlo de
alta en el IMSS, etc.
Esas dos semanas me la pasé de lo mejor ( excepto por lo que
les comentaba), muy apapachada por mis papás que me ayudaron muchísimo con el
buchis, porque ya no podía aguantarle el paso :P , pero el feliz de estar con
sus “titos” y de poder correr y jugar a sus anchas…La primera semana tuve la
visita de Esteban, mi maravilloso partero, quien me dijo que todo iba muy bien,
que Lalito ya estaba muy abajo y que no tardaría en nacer. Yo ya traía
contracciones desde una semana antes, pero nada regular y con una intensidad
casi nula, por lo que no me preocupaba. Platicamos y platicamos y después nos
despedimos quedando en llamar si algo cambiaba. Todo parecía en calma,
demasiada calma…y yo ya me empezaba a impacientar, sobre todo porque creíamos
que Lalito llegaría cerca de la semana 37-38 y nada más nada, se estaba dando a
desear.
El viernes 20 me marido llegaría para quedarse el fin de
semana con nosotros y esperábamos que Lalito se decidiera a llegar para poder
aprovechar que papi podría estar presente. Perooooo…nooo!! No quiso llegar ese
fin de semana. Ya tenía 39 semanas.
Al mismo tiempo, nos enterábamos que, por unos malos
entendidos con gente de su trabajo, le descontarían el día viernes, lo cual me
llenó de desconsuelo y ansiedad, porque al final, nos pegaba en lo económico,
que por el momento no está muy bien que digamos :/
El estrés me invadió, me sentí super mal todo el fin de
semana y acabamos peleados. Él se regresó el domingo a México y yo me quedé
rumiando mi tristeza, impotencia y desesperación porque todo se estaba haciendo
muy lento y además, no quería que, por mi culpa, mi marido tuviera que faltar a
su trabajo y sufriera el riesgo de otro descuento o de plano que lo
despidieran, si es que Lalito se decidía llegar entre semana. Total que el
lunes les pedí a mis papás que nos regresáramos. Guardé y empaqué todo de nuevo
(menos la alberquita), enojada y triste porque, de nueva cuenta, las cosas no
estaban saliendo como yo las quería.
Todo el camino de regreso tuve muchas contracciones, más o
menos regulares, cada 5 min. por espacio de 1 a 2 hrs. que fue el tiempo que
hicimos hasta México. No dije nada, porque andaba enojadona y no quería que se
alarmaran, pero el caso es que continuaron toda esa tarde, pero ya más
espaciadas, aprox. cada 10 min. Para el día siguiente, martes 24,
siguieron igual, cada 5 min. con duración de entre 30 seg. y 1 min.
La situación con mi marido no era la ideal. Seguía muy
molesta por la situación y pensando que, si Lalito de plano no nacía para el
viernes, el sábado me internaría para que me indujeran el parto. Sí,
pensamientos desesperados y tontos, pero que en ese momento sentí con gran
intensidad!!
Ese día también tuve un disgusto muy, muy fuerte con él (ya
ni recuerdo por qué ¬¬) y en la noche, de plano me bajé a la sala para estar
alejada y pensar con calma. Mientras, el dormía al buchis. Empecé a sentir que
Lalito se movía muchísimo, posiblemente a consecuencia del coraje que había
hecho. Hablé con él y le dije que no estuviera angustiado, que pronto todo se
resolvería y que yo trataría de estar tranquila. Sin embargo, se movía más de
lo usual, con muchísima intensidad, tanta que pensé: “donde se siga moviendo
así, me va a romper algo!!!” La verdad me sentí muy incómoda, además de
las agruras que en ese momento fueron horrendas!! Decidí irme a acostar
para descansar un poco, porque no había podido dormir bien desde hacía varios
días. Me levante, di dos pasos y sentí un bajón tremendo y mi pantaleta se
humedeció…había roto la fuente!! Upss…”ya valió” me dije…jejeje.
Eran exactamente las 12 de la noche para amanecer miércoles.
En ese momento sentí una mezcla de emoción, angustia,
felicidad, porque por fin acababa todo y comenzaba al mismo tiempo. Íbamos a
conocer por fin a Lalito!! A pesar de todo, estaba muy tranquila, nada que ver
con una hora antes que sentía que el mundo se me acababa y lloraba de rabia. Le
hablé a mis papás y les comenté lo ocurrido. Mi papá medio se apanicó y le
empezó a dar miedito, quería que fuera al hospital porque se me había roto la
fuente y algo podría salir mal… yo lo tranquilicé diciéndole que todo estaba
bien, que teníamos tiempo suficiente y que podíamos estar así todo el día, que
íbamos a platicar Jorge y yo qué procedía y que, en cuanto lo decidiéramos, les
volvería a hablar. Jorge aún seguía con el buchis (se quedó dormido) y tuve que
ir a despertarlo. Cuando salió, todo adormilado, le enseñé mi pantaleta y abrió
los ojos descomunalmente y me preguntó medio preocupado y ansioso: “ya??, se te
rompió la fuente o qué es eso??” jejeje…le confirmé que se había roto la fuente
pero que todo estaba bien, que se tranquilizara. Me preguntó qué quería hacer y
le dije con toda la convicción de que fui capaz: “vamos a hablarle a Esteban a
ver si puede venir hasta acá. Si sí, pues sería excelente, porque es por lo que
luchamos tanto tiempo y, a final de cuentas, tendríamos nuestro parto en casa
(literalmente) y, si no puede venir, pues ya vemos y nos lanzamos a un
hospital, porque yo al IMSS no voy”. Estuvo de acuerdo y procedimos a hablarle.
Al principio no lo localizamos en el celular, intentamos varias veces y nada, y
mejor le hablamos a su casa. Nos contestó Angelina, su mamá y partera super,
super genial, y le hizo a Jorge algunas preguntas. Enseguida nos comunicó con
Esteban y le dije cómo estaban las cosas. Que tenía contracciones espaciadas,
pero que en general eran cada 5-7 min. con duración de 40 seg. aprox., que
había roto la fuente, que el líquido era claro, olía bien y no era tan
abundante, aún no había salido el tapón mucoso, pero poco a poco saldría en el
transcurso de esa madrugada. Le pregunté si podía venir, porque de plano ya se
nos complicaba mucho irnos rumbo a Temixco a esas horas (ya era cerca de la 1
am), que el buchis estaba dormidísimo y que, pues, lo mejor sería quedarnos en
Tecámac. Total que me dijo que no había problema y que venía para acá, que
llegaría cerca de las 4 am.
Después de colgar con Esteban, les hablé a mis papás. Les
comenté lo que habíamos hablado y me dijeron que venían para acá para ayudarnos
con el buchis y con lo que hiciera falta. <3 span="span" style="mso-spacerun: yes;"> Llegaron cerca de la 1:30. Mientras tanto, yo empezaba a
sentir un poco más intensamente las contracciones, pero totalmente tolerables,
encendí una vela aromática, apagué las luces de la sala y me senté en un puff
de winnie pooh, jejeje. Después subí a la recámara para tratar de descansar un
poco y monitorear las contracciones con un programa que había bajado a mi
compu. Realmente no dormí, pero si pude descansar. Las contracciones iban en
aumento en frecuencia y tiempo, de 7 min. se fueron a 5 y de 40 seg. se fueron
hasta el 1:30 min. Para entonces ya eran las 4:30 y llegaron Esteban y
Angelina…qué sorpresota!! Nunca lo dije abiertamente, pero siempre fue mi deseo
que me atendieran los dos, porque sentí que sería padrísimo y, sin querer, se me
cumplió!! Bajé y los saludé, les agradecí su presencia y le comenté a
Angelina que me sentía muy feliz de poderla conocer y que me acompañara ese
día. Resulta que Esteban tenía que irse ese mismo día, por la tarde a Monterrey
a un Foro, y Angelina lo acompañaba para regresarse con el coche y por si algo
se ofrecía y tenía que quedarse en lugar de Esteban. 3>
“De vuelta y con una noticia: ya rompí fuente!!! solo es
cuestión de esperar...las quiero amigas y las he extrañado horrores...
Últimas noticias!!! jajaja...ay, me paso!! Ya están aquí
Esteban y Angelina...ujuuuu!!! todo va muy bien, progresando...les estaremos
informando :P”
Angelina sugirió que nos durmiéramos y descansáramos lo más
que pudiéramos, checaron cómo íbamos con las contracciones, me dijo que no me
revisaría todavía, sino que dejaríamos que evolucionara más el trabajo de parto
y ya después veríamos. Así lo hicimos y me volví a recostar, acompañada de mi
cel. y escuchando a Lila Downs. La mayor parte de ese tiempo quise estar sola,
por lo que todos estuvieron en la sala, acurrucados en el sillón y el piso de
fomi y arropados por un edredón, jejeje…Como a eso de las 6, Jorge subió un
rato conmigo y se recostó junto a mí, me dijo que le hablaría a su jefe para
decirle que no iría a su servicio pero yo le contesté que no, que se fuera a
trabajar y que todo estaría bien. Me dijo que quería estar en el parto pero le
dije que no se preocupara, que llegaría a tiempo. Cerca de las 6:30 se fue a
trabajar y los demás nos alistamos para desayunar. En ese momento se despertó
el buchis y se sorprendió de ver tanta gente…bajó preguntando por papá, vio a
Esteban, se detuvo y dijo: no papá!! y volvió a encerrarse en su cuarto
o.O ayyyy, mi chiquito!! Tuve que ir por él y decirle que papá se había
ido a trabajar, que estaba nuestro amigo Esteban y su mamita y que íbamos a
traer por fin a Lalito!! Pareció más tranquilo y se fue a refugiar en los
brazos de su “tita”.
Total que estábamos viendo lo del desayuno, pero lo malo es
que no había nadaaaa!! jajaja, entonces mis papás dijeron que iban al super por
algo para el desayuno. Paso el chavo de los tamales y les dije: “por qué no
desayunamos tamales??” a Esteban se le hizo buena idea y empezamos a checar
cuántos iban a ser y de qué y creo que al final él los pagó…jejeje. Ya no
supe bien eso porque mi papá, el buchis y Esteban estaban con el chavo y yo
estaba en la puerta preguntando de qué era el atole (de vainilla), justo el que
no me gusta ¬¬
“Update....3 cm. buen ritmo de contracciones ;)”
Comenzamos a desayunar y yo me subí con mi café con leche y
mi tamal al cuarto, mientras feisbuqueaba e intentaba comer sin éxito, porque
ya para entonces se me había ido parte del hambre y comenzaba a sentirme más
incómoda con las contracciones. Angelina se despertó y pasó a verme y se dio
cuenta que ya empezaban a hacer estragos las contracciones. Decidió que era el
momento de revisarme. Checaron a Lalito que estaba excelente, muy abajo y que
parecía que estaba en posterior, pero nada de preocupar. Me hizo el primer
tacto y ya teníamos 3 cm.
“Avanzando...avanzando...contracciones cada vez más
intensas :D”
Así transcurrieron las horas y Angelina me dio homeopatía
(pulsatilla) para incrementar la frecuencia e intensidad de las contracciones y
para que me relajara. Me dio una manteada y masaje, me hizo una terapia de
energía y me volvió a revisar…ya tenía 5 cm.!!! Eran más o menos las 9 de la
mañana.
En una de esas, bajé a la cocina, no recuerdo para qué y me
puse a platicar con Esteban, llegó una contracción particularmente fuerte que
me tuve que agarrar de la barra de la cocina. Al mismo tiempo, llegó el buchis
corriendo “mamá, mamá” y se me abrazó a las piernas…yo pasando la contracción y
viendo a Esteban con una sonrisa de oreja a oreja para que el buchis no notara
que me dolía, Esteban viéndome y hablándole al buchis para distraerlo y el
buchis aferrado a mí, jajaja…de lo más cómico!! Al poco Esteban me
comentó que parecía que ya me estaban afectando las contracciones, porque ya
hasta caminaba “diferente”, jejeje…y sí, había pasado hasta ese momento con
mucha entereza las contracciones, realmente no me habían hecho mella, pero ya
con 5 cm. todo empezaba a verse diferente.
Me refugié en el cuarto del buchis, que tiene todo el piso
de fomi y me la pasé un buen rato hincada, recargada en la cama individual,
moviendo las caderas y haciendo respiraciones para aguantar la contracción.
Llegó Angelina y me empezó a dar masaje y se me hizo delicioso porque mejoraba
mucho el dolor. Sentía ya mucha presión…Decidí meterme a bañar para aliviar el
dolor y bueno, no lo conseguí del todo pero sirvió para relajar un poco los
músculos.
Pasó el tiempo y cerca de las 11 me volvieron a revisar…ya
tenía 8 cm. y yo tenía muchas ganas de pujar porque sentía una presión
tremenda, Angelina me pidió que pujara pero casi enseguida me dijo que parara,
que todavía no era tiempo y que teníamos que hacer algunas maniobras para que
bajara más Lalito, además de que nos dimos cuenta que venía un poco de lado,
por lo que sería más difícil que saliera. Yo sentía ya mucho dolor para
entonces, pero sobre todo la presión y las intensas ganas de pujar. Me senté en
la taza del baño para ayudar a bajar y entre contracciones trataba de
descansar. Angelina me puso una almohada en la espalda y me hizo sentir muy
bien. Esteban comenzó a tomar fotos, porque a falta de fotógrafo, nos hizo el
gran favor de dejarnos un recuerdo de tan bella experiencia. Un ratito después,
nos fuimos a la cama e intentamos algunas posturas para acomodar a Lalito entre
contracciones, pero me pidieron que no pujara para nada, lo cual fue muy
difícil, porque mi cuerpo, mi ser entero me lo pedían casi a gritos.
Finalmente, después de una serie, todo pareció reacomodarse. Me sentía
tremendamente incómoda acostada, me dolían muchísimo más las contracciones y
Angelina me dijo que me metiera otra vez a bañar para sentir alivio.
Así lo hice y llegó un momento en el que ya no pude seguir y
me salí, me fui a la recámara y sentí muchísimas ganas de pujar. Me recostaron
y volvieron a revisar. Tenía 9 cm.
Mi mamá de cuando en cuando se asomaba para ver cómo iba
todo y en una de esas Angelina le pidió que viniera, que estuviera conmigo. No
estaba proyectado que mi mamá estuviera en el nacimiento de Lalito, pero no se
me hizo mala idea…Por lo pronto, mi papá se había quedado con el buchis en la
sala y evitaba que subiera, salvo para ir al baño. En cierto momento, no
recuerdo la hora, habló Jorge para decir que ya había terminado y que venía en
camino, que esperaba poder llegar para ver nacer a su bebé.
Total que estuvimos cerca de 1 hr. con contracciones
tremendas, que a veces me dificultaba respirar. Angelina me corregía para poder
llevarlas con calma y lograr concentrarme. En el inter, dije que no podía más,
que tenía que pujar porque era más fuerte que mis fuerzas, entonces empezamos a
intentarlo. Me sugirieron intentarlo acostada, pero de plano me sentía muy mal
en esa posición, luego Angelina sugirió que apoyara un pie en la cama y
el otro como si me hincara, pero tampoco me sentía a gusto. Total que mi cuerpo
me manifestó a gritos que quería parir en cuatro puntos. Me apoyé en mi mami y
comencé a pujar. Primer pujo intenso, segundo pujo comenzaba a asomar la
cabecita de Lalito. Justo en ese momento, cuando terminaba el segundo pujo,
llegó Jorge a la recámara. Me dijo: “amor, ya estoy aquí”. Yo no pensé en nada,
estaba en mi mundo, concentrada en el siguiente pujo y en mi bebé. En un tercer
pujo, instintivamente me erguí y quedé prácticamente hincada, de forma
vertical, aferrada a mi mami que tuvo que hacer acopio de fuerzas porque
prácticamente me le eché encima, jajaja y diciéndome “tú puedes nena, vamos
mamita”…Angelina lo celebró porque así saldría con mayor facilidad (ahí es
cuando admiro la capacidad de las madres para saber qué hacer para parir a sus
bebés, jejeje) y después de un pujo intenso y con un alarido que fue como un
grito de guerrera y suave ronroneo, salió la cabecita y el cuerpecito de mi
bebé…lo habíamos conseguido!!
Lalito nació a las 13:40 hrs. de un miércoles bipolar (entre
sol, nublados y algo de lluvia), un miércoles igual que su papi, su mami y su
hermanito (curioso, no??). En seguida lo recibió Angelina, lo limpió, le
sacó unas flemitas y me lo dio. Me recosté y enseguida comencé a amamantarlo.
No tuvo problema para prenderse a la teta y empezamos a formar el vínculo amoroso
de mamá e hijo. Mientras tanto, mi papá subió con mi buchis para conocer a
Lalito, le dio un besito, le dijo: “hola Lalo” y lo veía admirado…Esteban
seguía tomando fotos, a lo cual se sumó mi papá, mi mamá seguía con una cara
mezcla de incredulidad, sorpresa, espanto y felicidad y yo, feliz, muy feliz
porque lo había conseguido, había tenido el parto que había buscado, totalmente
respetado, en mi casa, en el lugar donde había sido concebido mi hijo, con mis
seres amados y con personas tan profesionales, amorosas y hermosas como
Angelina y Esteban. Por fin me había conectado con mi hijo, después de tanto
tiempo de buscar hacerlo y no conseguirlo…al sentir cuando salía de mí y
escuchar su primer llanto todo cambió, la conexión mágica se instaló y lloré de
emoción, de felicidad…sí, era una guerrera como me dijo Angelina, sí, era muy
fuerte, una gran mujer que supo parir!!!
Platicamos un poco y me dijeron que pese a todos los
esfuerzos, finalmente sí me había lacerado un poco, porque Lalito había
decidido salir con su manita en la carita, en lugar del dichoso cordón que
tenía en el cuello (ay sí, ajá!!) ¬¬ Justo lo que no quería y que Esteban
tuvo a bien recordarme, jajaja…por lo que me pondrían unos puntos de sutura. En
el inter, unos minutos después expulsé la placenta en una contracción mientras
amamantaba a Lalito, se sintió fuertísima!! :S Y con razón, porque era
gordísima!! y el cordón era muy grueso y largo. Me preguntaron que haría con
ella y pedí sugerencias. Al final, se quedó en que una parte se haría tintura y
la otra la enterraríamos en Temixco.
Pasaron cerca de 20 min. y procedimos a cortar el cordón,
cosa que hice yo porque con el buchis le había tocado a Jorge y vestir a
Lalito. Angelina le dijo a mi mamá que me trajeran de comer para reponer las
fuerzas y ella misma bajó a picarme algo de papaya. Al ratito mi mamá subió con
un tazón de consomé con verduras y pollito, pero yo tenía un antojo tremendo de
bolillo con crema, jajaja :P
En lo que comía, pesaron y midieron a Lalito, lo vistieron y
tomaron impresiones de la placenta y sus piecitos. Esteban llenó el certificado
de nacimiento. Ahhh, pero antes me cosieron…Angelina me puso la xilocaina y
mientras me cosía, Esteban me hacia cariños para relajarme y que no me
doliera.
“Soy una ingrata!!! jajaja...no,no es cierto, lo que pasa
es que mi bebo y yo andábamos conociéndonos, tomando teta y admirándonos
mutuamente ♥
YA NACIÓ!!! Jajaja...
Lalito llegó a su hogar, lleno de amor, justo cuando papito regresaba del
trabajo y cruzaba el umbral de la recámara, fue mágico y hermosooooo!!! A las
13.40 hrs. Pesó: 3,430 y midió (agárrense!!) 54.5cm. Después de haber roto
bolsa a las 12 en punto de la noche (cual Cenicienta, jojojo) y de una última
hora de trabajo super intensa para avanzar el último centímetro que nos
faltaba...No pudo nacer en agua como me hubiera gustado, pero creo que fue
hasta preferible, porque no sé si me hubiera acomodado, jajaja...prácticamente
nació de "a perrito" XD jajaja...
Di-s!!! mil gracias por mi familia, por mi segunda bendición, por ponerme en el
camino a Esteban y Angelina y lograr mi sueño!!! y sobre todo a mi tribu que
siempre me sostuvo en los momentos tan difíciles de este embarazo...las
amoooooooooooooo!!! MIL, MIL GRACIAS!!! ♥
(OJITOS REMI...)”
En fin…esta es mi larguíiiiiisima historia de parto,
jejeje…y espero que pueda seguir leyendo cada vez más historias como esta, de
partos respetados y amorosos, como deberían de serlo todos!!
Besos y abrazos a toda mi tribu que siempre estuvo conmigo,
que me apoyó en mis momentos más oscuros y que nunca me abandonó. Las quiero
hartooooo!!
Gracias, Karla, por ceder y compartir con nosotras algo tan tuyo. Un abrazo.
Nota: Éste no es un blog médico, sino informativo. Contrasta siempre toda la información y consulta a varios especialistas.
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