martes, 27 de junio de 2017

El dolor: ese poderoso aliado

Dedicado a mi amiga Noelia, por la que me he levantado de la cama a las dos de la mañana para escribir esto, ahora que bullía en mi cabeza para que no se me olvidase.
Inspirado en la fantástica interpretación del dolor en el parto que nos hizo la matrona Rachel en la clínica Acuario, cuando fuimos al curso preparto para el nacimiento de nuestra segunda hija. Ilustrado en mi cabeza con la experiencia de mis dos PVDC naturales y narrado por la noctámbula que hay en mí. Espero sea de ayuda! :)

Vamos a hablar del dolor en el parto. Y para comenzar con buen pie, voy a ser positiva, que yo no me he levantado de la cama para asustar a nadie:
Quizás eres de esas mujeres que tienen un parto rápido, indoloro y fantástico.
Tal que así:

Ay, ay. Pum! Bebé fuera. [Felicidades.] (Nomehablesnuncamassiesasí)

Para el 999% del resto de mortales, la cosa no va así, siento ser aguafiestas. Nos duele. Mucho. Muchísimo. Mucho más que muchísimo. Pero como por eso sí que he pasado, vengo a hablarte de ello... y voy a contarte una historia.

Érase una vez una mujer fuerte, poderosa y valiente (como casi todas las mujeres), que estaba gestando a su deseado primer bebé. La gestación iba avanzando, y aquella poderosa mujer se apuntaba a todos los yogas y osteópatas premamá que se cruzaban en su camino para poderle dar una buena bienvenida a su bebé. Había un temilla que le preocupaba un poco y prefería no hablar demasiado de ello. Bueno, en realidad le preocupaba bastante. Más bien la tenía aterrorizada: EL DOLOR. Ese diablo vestido de negro que portaba los dolores del demonio para hacernos sufrir por toda la eternidad mientras intentábamos traer una criatura al mundo, realmente le quitaba el sueño a nuestra mamá fuertepoderosavaliente y hacía que temiera el momento de tener a su bebé en brazos.
Así, en confianza, os diré que... ¡tenía razón!¡No se quejaba de vicio! ¡Aquel dolor era el dolor físico más duro que había sobre la faz de la tierra! O al menos el más duro que la mayoría de mujeres habíamos llegado a experimentar, vaya. (Y la verdad, compadezco a quien haya sufrido uno peor, si es que existe.)

Pero por mucho miedo que le tuviera, por mucho que quisiera evitarlo, el momento del final de la gestación se aproximaba rápido, sin descanso, y finalmente, un buen día, llamó a la puerta de nuestra mamá fuertepoderosavalienteATERRORIZADA.
El Sr.Dolor tenía un buen amigo, el Sr. Nervios, que solía acompañarle en cada nuevo nacimiento. El Sr. Nervios tenía un máster (primero de la clase) en manipulación mental. Era un susurrador especialista en los "no puedes", "tú no lo vas a conseguir", "venga sal corriendo al hospital que aquí no estás segura", "esto es demasiado para tí", "deja a los médicos que tú no sabes, que tú no puedes, que tu opinión no importa", "piensa en tooodo lo malo que puede sucederle al bebé", "piensa en tooodo lo que puede pasarte a tí", "este dolor no es normal, seguro que algo va mal". Y así, una infinidad de susurros demoledores que sabía interpretar a la perfección. Así que, como comprenderéis, entre el Sr. Dolor y el Sr. Nervios, volvían literalmente locas a las mamás a punto de dar a luz.
En ocasiones, las ponían tan, tan nerviosas, que las anulaban por completo, las bloqueaban y conseguían que el parto se estancase, se paralizase... y aquello solía traer consecuencias. ¡Pero si las mamás estaban preparadas y seguras de sí mismas, no sucedía nada de eso!

Así que, como iba diciendo... llegó el día en que el pequeño hijo de aquella mujer fuertepoderosavalienteaterrorizada, decidió llegar a este mundo. Y con la primera contracción... ¡DING DONG" -llegó el Sr. Dolor. Aquel dolor daba miedo de verdad. Aquel dolor era fuerte de verdad. Vaya si dolía. Parecía que se había estado poniendo cachas en el gym durante los nueve meses de gestación, porque era imparable. Con la segunda contracción... ¡DING DONG!, -llegó el Sr. Nervios.

Al principio, mientras se iba cambiando de ropa, poniendo el uniforme, sacando el maletín... el Sr. Dolor no estaba muy atento al trabajo y no le prestaba demasiada atención a las contracciones de nuestra mamá. Era lento vistiéndose, le solía llevar algunas horas...o 3cm de dilatación, pasados los cuales comenzaba el trabajo de parto de verdad...   
(Nota: hasta los 3cm de dilatación son 'pódromos de parto', el parto se considera iniciado pasados los 3cm de dilatación. la Línea púrpura puede ayudar a saber el grado de dilatación sin necesidad de tactos).
...Pero una vez el Dr. Dolor ya estuvo listo y se hubo metido en faena, comenzó a darlo todo esforzándose al máximo, al máximo, con cada contracción, para hacerle aquél día una auténtica tortura a nuestra mamá cada vez más aterrorizada. Por su parte, el Sr. Nervios no había parado de explicarle todas las frases que había estado ensayando, todas las que se sabía, con detalle, al oído, una y otra vez por si acaso ella no lo había escuchado.

Cuando llegaba una nueva contracción, nuestra mamá se cerraba por completo, se arrugaba, se tensaba, se resistía con todas sus fuerzas. Apretaba los puños, cerraba fuerte los ojos, apretaba los dientes, encorvaba su cuerpo, ella era fuerte y estaba dispuesta a flanquear todas las entradas y no dejarle pasar. Pero aquél dolor se había machacado en el gym de verdad... y era más fuerte que ella. Por mucho que ella se esforzaba al máximo, por mucho que ella se cerrase, por mucho que intentase bloquearle la entrada... él conseguía meterse dentro de su cuerpo. Las contracciones cada vez dolían más, duraban más, y costaba más resistirse a ellas. Pero nuestra valiente y fuerte mamá estaba dispuesta a desafiarlo, ella sabía que era fuerte y poderosa, ella podía desafiar al dolor, ¡¿qué se había pensado?!
Pasados unos minutos, el trabajo del Sr. Nervios comenzaba a surtir efecto, y nuestra mamá comenzaba a dudar de todo. Ella no iba a poder, aquello era demasiado, aquello no era normal, ella no era fuerte, ella no podía con tanto, ella se hacía pequeña...
Y volvía el Sr. Dolor. Implacable, desgarrándola por dentro, haciéndole sentir que le quitaba la vida, estirando cada contracción hasta el límite... y un poco más allá. Torturándola.


Nuestra mamá se esforzaba tanto en hacer frente al dolor que estaba agotada. Y no sólo se agotaba con cada interminable contracción ofreciendo toda la resistencia de la que era capaz, sino que cuando la contracción salía a tomar aire, ella seguía en posición de defensa, a la espera de que atacase de nuevo, para que no la pillase desprevenida. Y volvía al ataque, pero ella estaba preparada con sus puños cerrados, su cuerpo encorvado, sus dientes apretados. Y se iba a coger aire, pero ella seguía en tensión, incapaz de bajar la guardia. Era tanta la resistencia que hacía, que cuando el Sr. Dolor debía salir a tomar el aire, hasta le costaba trabajo salir, y tardaba un poco más de lo normal en estar fuera de su cuerpo.
Por si fuera poco, cada vez que salía, entraba de nuevo en su cabeza el Sr. Nervios y volvía a susurrarle aquellas demoledoras palabras una y otra vez, una y otra vez, hasta que volvía a apoderarse de ella el Sr. Dolor... y así, sin parar, estaban los tres sumidos en una lucha sin fín, demoledora para nuestra mamá.

Harta, exhausta, completamente agotada y abatida, la mamá fuertepoderosavaliente sacó fuerzas de donde no las tenía y enfadada, con sus últimas fuerzas, le gritó al Sr. Dolor:

- ¿Por qué??? ¿Eh? ¿Por qué a mí? ¿Se puede saber qué te he hecho yo para que te estés ensañando conmigo de esta manera? ¡No me dejas ni respirar! ¡Me tienes aterrorizada! ¡Siento que voy a morir con cada contracción! ¡Este dolor no es humano! ¿No crees que te estás pasando?¡Déjame en paz de una vez! ¡Vete, no te quiero más aquí! ¡VETE, DÉJAME EN PAZ!¡Ya no te soporto!

El Sr. Dolor, algo trastornado por tener que abandonar de golpe su labor, se quedó mirando a nuestra mamá. Se frotó la barbilla. Masculló algo. Y, tras unos segundos de reflexión, le dijo.

-Tú me has llamado. Encargaste una vida, por eso estoy aquí.

-¡De eso nada! ¡Yo no te llamé! ¡Yo sólo quiero a mi bebé, vete de aquí, estoy harta de tí!

-Creo que no sabes quien soy en realidad y por eso te comportas de este modo. Soy un comerciante. Soy el comerciante jefe de la vida. Estoy especializado en nacimientos. Si lo prefieres, puedes llamarme "moneda de cambio". Soy tu aliado, no tu enemigo.

-¿Aliado tú? ¡Pero si eres un torturador!

-No. No te estoy torturando, estoy trabajando. Y tú no me dejas trabajar con esa actitud. Es cierto que soy doloroso, es cierto que soy el dolor más fuerte que has sufrido en toda tu vida, pero es que mi labor es la más poderosa que harás en toda tu vida. El esfuerzo es proporcional al valor de lo que vas a conseguir. Mi trabajo es abrir tu cuerpo, poco a poco, con cada contracción, para que tu hijo pueda atravesarte para nacer. Debes dejarme trabajar, o de lo contrario, se lo ponemos difícil al pequeño. Él trabaja duro conmigo, trabaja duro desde dentro para llegar hasta tus brazos, trabaja duro contigo aunque no lo veas. Él se está esforzando con cada contracción para conseguir nacer, yo me encargo de abrir tu cuerpo para que él pueda hacerlo. ¿Y tú..? Tú no nos dejas trabajar, eso estás haciendo. Me aprietas con los puños, con la mandíbula cerrada. Me pones resistencia a cada paso que doy, haces que mi trabajo me esté costando el doble... ¡mírame! ¡Si estoy sudando!!!

El pobre Sr. Dolor estaba sudando de lo lindo, realmente. Tenía cara de esfuerzo, daba un poco de miedo... pero por primera vez lo miró a los ojos y pudo ver honestidad en sus palabras. No vio maldad. Aun así, no acababa de ver cómo podía encajar aquello que él le estaba pidiendo...

-Pero... pero... cómo voy a dejarte a tus anchas? ¡Vas a dolerme más! ¡Me estás derrotando, vas a ganarme!

-Te equivocas de nuevo. Yo no quiero ganarte. Soy tu aliado. Confía en mi, déjame hacer mi trabajo. Déjame entrar sin oponer resistencia. Respírame. Necesito llegar a cada rincón de tu cuerpo para poderme expandir y abrirte. Necesito abrirte para que tu bebé pueda hacer su camino. Necesito cada contracción para trabajar, y salgo tras cada contracción de tu cuerpo para que los dos podamos descansar. ¡Y tú no lo haces! ¿Cómo no vas a estar agotada?¡Debes relajarte cuando la contracción remite para poder recuperar fuerzas!

-En... entonces... ¿qué debo hacer? ¡Yo no he parido antes! ¡Yo no se! ¡No voy a saber! ¡Y estoy nerviosísima!

-Por supuesto que puedes. ¿Acaso no pudiste quedarte embarazada sin haberlo estado antes? ¿Acaso no pudiste gestar a tu bebé sin haber gestado antes? Pues del mismo modo puedes parir, porque tu cuerpo sabe hacerlo sólo. Tú simplemente déjalo trabajar. Seamos un equipo, confiemos el uno en el otro: tú, tu bebé, tu cuerpo y yo. Podemos conseguirlo...

(Te puede ir bien recopilar música que te relaje para el día del parto, escribirte antes del parto notas positivas, empoderadoras, inspiradoras, y clavarlas en un tablero que te llevarás al lugar del parto, ver vídeos de partos naturales o hablar con otras mujeres que hayan tenido partos similares. Visualízate pariendo a tu bebé en las semanas previas al parto.)

Si me dejas trabajar, te ofrezco un trato: haré que trabajen para tí tus ENDORFINAS, ayudándote a soportar el dolor. Cuando nazca tu bebé me iré y no volveré nunca más. Te recuperarás mejor y más rápido. Estarás más fuerte para poder criar a tu bebé. Te sentirás aun más FUERTEPODEROSAVALIENTE de lo que jamás te hayas sentido. Y será tan grande e inmenso lo que sientas... que ¡quizás me llamas dentro de unos años de nuevo, para traer otra vida al mundo!

Si por el contrario, sigues queriendo que desaparezca, llamaré a un camello amigo mío para que venga y te pase algo de mercancía... Es buena, no te enterarás de que estoy trabajando, lo llaman Don Anestesio. No es nada aconsejable que venga demasiado pronto, porque entonces te da tal subidón que tu cuerpo se olvida de que estamos pariendo... y frecuentemente el parto acaba teniendo que ser reanimado con oxitocina, instrumentado (fórceps, ventosas, episiotomía) o en cesárea. Pero si de verdad no quieres verme más, a partir de los 5cm de dilatación puedo hacerle una llamada para que venga volando. Como todas las drogas, su uso puede traer complicaciones, léete sus consecuencias primero y luego decides.

-Está bien. Acepto tu trato, paso del camello. ¡Pero ten en cuenta que como no cumplas tu parte, te perseguiré hasta los confines del universo!!!


El Sr. Dolor volvió a su trabajo. Y esta vez nuestra querida, fuerte, valiente y poderosísima mamá lo dejó pasar. Sintió cómo entraba en su cuerpo como un tsunami, arrasando a su paso. Pero ella abrió las manos, destensó sus hombros, su vientre, su mandíbula, su cuerpo entero. Se relajó.
Respiró profundamente para darle oxígeno a su bebé y para coger fuerzas. Imaginaba que inflaba un globo suavemente con cada contracción, para no olvidarse de respirar. O imaginaba que acercaba y alejaba ese globo inhalando y exhalando aire para su bebé.
Cerró suavemente los ojos para imaginarse aquella ola que la estaba arrollando... aquella ola que subía metros, y más metros, dentro de sí misma... La sentía como la explosión de un volcán, llena de fuerza, de poder, capaz de hacer desaparecer el mundo a su paso. Acompañaba el dolor con su voz, una especie de «aaaaaa» gutural similar al sonido que se hace al decir «ommmm», que salía de lo más profundo de ella misma, que la ayudaba a abrirse. Incluso cuando el dolor subió un poco más, y pensó que literalmente la iba a romper por la mitad, y aquél dolor se mantuvo allí, "en la cresta de la ola" durante unos segundos más, ella no opuso resistencia. Ninguna.
Poco a poco la ola aflojó, comenzó a bajar el nivel del agua en su interior, el volcán dejó de escupir su lava ardiente. La contracción comenzó a desvanecerse y ella, igual que la había dejado entrar, la estaba dejando salir. Y salió, por completo. Así que ella pudo volver a respirar, coger fuerzas, descansar unos segundos. Pudo comprobar que era cierto, que el dolor no era su enemigo, era su aliado... Pudo comprobar que las endorfinas la drogaban naturalmete para poderlo soportar, porque se le iban los ojos un poco. Pudo comprobar que era posible relajarse y dejarse llevar...
Pensó que si tenían que trabajar juntos, era mejor estar cómoda. Así que se apoyó sobre un enorme cubo de espuma a cuatro patas, y se relajó hasta que llegó la siguiente contracción. También probó a balancearse en una mecedora, a colgarse de un fular del techo. Seguía a su cuerpo allí donde la mandaba, en la posición que le pedía. Ya no esperaba las contracciones tensa: simplemente, cuando comenzaban a inundarla de nuevo, se dejaba inundar, sabiendo que cada contracción la acercaba un poco más a su bebé, la acercaba un poco más a la vida que estaba ayudando a nacer.

Podía hacerlo, lo estaba haciendo. Ella era poderosa, ella era fuerte, ella estaba pariendo, su cuerpo la guiaba y ella lo escuchaba. Confiaba en sí misma, confiaba en su sabio bebé y en su magnífico cuerpo. Eran un gran equipo.
Y de repente, el Sr. Nervios desapareció sin dejar rastro.

Y llegaron más contracciones. Y se fueron. Mientras ella se abría, mientras su bebé la atravesaba. Hasta que de repente, sin otro aviso que una contracción previa abrasadora...  nació la vida. De ella, que le había abierto el camino. Y el dolor se fue. Y el olor a vida lo inundó todo, como cien tsunamis, como cien volcanes juntos... Y el mundo desapareció, porque ahora ya sólo estaban la mamá y su pequeña vida, mientras el mundo giraba y la mamá osa nacía.





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Parto en el agua (Agua en el parto)



 
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domingo, 18 de octubre de 2015

EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: FISIOLOGIA DIGESTIVA DEL RECIEN NACIDO Y LACTANTE, por Viviana Araneda

Durante el periodo intrauterino, el feto se alimenta a través de la circulación placentaria. La placenta extrae de la sangre de la madre todos los nutrientes requeridos, que entran a la circulación fetal en una forma inmediatamente utilizable. Debido a este mecanismo el feto no tiene que ingerir, digerir y absorber alimentos ni tampoco requiere de un sistema excretor. El tracto gastrointestinal y las funciones renales se desarrollan progresivamente antes del nacimiento. Al nacer, el niño debe ingerir los alimentos por boca, digerir y absorber los nutrientes y tener riñones que funcionen para excretar los desechos metabólicos para mantener la homeostasis del agua y los electrolitos.

Sin embargo, ya que ni el sistema digestivo ni el excretor están completamente desarrollados, el margen de tolerancia del agua y la carga renal de solutos es muy estrecho comparado con el lactante mayor. Debido a la incapacidad del riñón de concentrar orina, al nacer y durante varios meses después, el neonato y el lactante requieren alimentos con un mayor contenido de agua.

Durante este proceso de adaptación a la vida extrauterina, el lactante está creciendo rápidamente, por lo cual tiene requerimientos nutricionales elevados. Las indicaciones de alimentación durante el primer año de vida deben considerar no sólo los requerimientos nutritivos de esta edad, sino también las características de maduración y desarrollo de los sistemas neuromuscular, gastrointestinal, renal e inmunológico, de manera de establecer una transición gradual desde la alimentación al pecho materno hasta la dieta mixta habitual del niño mayor. La capacidad gástrica del lactante aumenta de 10 a 20 mililitros en el nacimiento hasta 200 al primer año. La velocidad de vaciamiento es relativamente lenta, dependiendo del volumen y la composición de la comida.

La leche materna es el único alimento capaz de satisfacer todos los requerimientos nutricionales durante los primeros 6 meses de vida, sin requerir otros alimentos agregados como agua o jugos. El recién nacido no nace sabiendo mamar, nace con la capacidad para aprender a mamar y desarrolla esta capacidad cuando se le facilita la experiencia en las primeras 48 horas de vida. El niño es capaz de mamar y tragar solamente líquidos en los primeros meses de vida por la presencia de los reflejos de succión y deglución que por definición son involuntarios y condicionan al lactante sólo para tragar líquidos. El reflejo de succión tiene su máxima respuesta a los 20 a 30 minutos después del parto y este es el momento debe ser aprovechado. El niño expresa su sensación de hambre llorando y de saciedad durmiendo. Sin embargo, los alimentos sólidos y semi sólidos son rechazados por el empuje de la lengua o reflejo de extrusión, el cual desaparece entre los 4 y 6 meses, haciendo posible el inicio de la alimentación no láctea complementaria. Los reflejos de succión y deglución dirigen una serie de movimientos coordinados de los labios, las mejillas, la lengua y la faringe.

De los 4 a 6 meses el lactante es capaz de mantener la cabeza erguida y tiene un control parcial del tronco, lo que facilita el proceso de alimentación. También entre los 5-7 meses hay una sialorrea (salivación abundante) que coincide con el desarrollo de la dentición. Debe permitirse al niño que juegue y pruebe sus manos para que registre nuevas percepciones en la lengua. A esta edad madura completamente la deglución y aparece una masticación rudimentaria, junto con la erupción de los dientes la lengua va adquiriendo una posición más posterior. Alrededor de los 8 meses empiezan a aparecer estos movimientos rítmicos de masticación, lo que junto a la aparición de los primeros dientes (6 a 8 meses) y el desarrollo posterior de las destrezas motoras finas permite la incorporación gradual de alimentos semisólidos y la participación creciente del niño en el acto de alimentarse.

Entre los nueve y doce meses coge pequeños alimentos y comienza a autoalimentarse. Así, muestra la capacidad de llevarse comida por sí sólo a la boca, una cuchara o beber de un vaso, aunque es incapaz de comer por sí sólo hasta al menos los dos años de edad, momento en el que también está establecida totalmente la visión lo que permite una coordinación oculo-motora completa.

Como ya se señaló alrededor de los 6 meses empieza la erupción dentaria indicando mayor madurez neuro funcional: aumenta el uso de la musculatura masticatoria, se incrementa la percepción sensorio – espacial de la lengua y los labios, se transforma la función deglutoria de instintiva y refleja en deglución somática, se extingue progresivamente el reflejo de extrusión y se desarrolla la discriminación de nuevas texturas, sabores, olor, temperatura y consistencia de alimentos, de modo que el niño puede manifestar preferencia o rechazo.

Durante la infancia comienzan los procesos de maduración y aprendizaje. En este período, el niño comienza a demostrar comportamientos específicos frente a los alimentos. Como consecuencia de esto, en esta primera etapa de la vida, concretamente en el segundo semestre, hay que ir enseñando a comer en el sentido más completo del término, desde masticar hasta la adquisición de hábitos alimenticios que deben permanecer el resto de la vida.

La capacidad digestiva durante el primer año de vida depende de la eficiencia con que madura el aparato digestivo, tanto en lo motor como en lo enzimático. Se debe tener presente que el cardias adquiere cerca de los tres meses su tono normal, por lo que se puede esperar cierto grado de reflujo hasta esta edad. El reflejo gastrocólico( aumento de los movimientos musculares del tracto digestivo cuando llegan los alimentos a un estómago vacío, lo que puede causar la urgencia de defecar inmediatamente) suele estar presente a esta edad y puede manifestarse en forma más intensa en los niños alimentados al pecho. El tono del esfínter esofágico inferior aumenta progresivamente en los 6 primeros meses, aunque su completa madurez se alcanza a los tres años. El ritmo de vaciamiento gástrico normal se alcanza hacia los 9 meses de edad. El pH gástrico es más alto que el del adulto, alcanza los valores de éste hacia los tres años de edad.



Clasificación de los Períodos de maduración nutricional:

a) 0-6 días. Adaptación a la vida extrauterina.
- Hay necesidad de contacto precoz y persistente.
- Las aptitudes para alimentarse son: mamar y tragar.
- Capacidad de digestión es inferior a las necesidades.

b) 7-28 días. Función de digestión y metabolismo a punto.

- Maduración del metabolismo hepático.
- Estímulo de la capacidad de depuración renal.
- Aumento de sales biliares en el duodeno.
- Normalización de las enzimas glucolíticas.
- Disminución de la motilidad y del transporte intestinal.
- Establecimiento de la flora intestinal.

c) 1-6 meses. Maduración de órganos y sistemas.
- Mejoría de la función gástrica.
- Mejoría de la secreción pancreática.
- Desaparición de la permeabilidad intestinal.
- Desarrollo de la respuesta inmunológica.
- Mejoría del transporte sanguíneo y maduración del enterocito.
- Aumento de la movilidad del intestino delgado.
- Continencia del cardias.
- Desaparece el reflejo de extrusión.

d) 6-12 meses. Desarrollo de las aptitudes personales.
- Aumento de la secreción salivar.
- Inicio del desarrollo del gusto.
- Se empiezan a llevar objetos a la boca.



Evolución de la alimentación, desarrollo neuromuscular y de la dentición desde los 5 a los 12 meses



El lactante como ya se ha mencionado, especialmente en la primera etapa de su vida, no posee una maduración completa de muchos órganos y tejidos de su organismo. En este sentido destaca:

a) El sistema digestivo
presenta algunas deficiencias de enzimas digestivas, así como de hormonas gastrointestinales. A los tres meses aun la producción de ácido por el estómago es inferior al 50% de la del adulto. La pepsina a los tres meses aun no alcanza valores del adulto.

b) El páncreas no secreta amilasa y sus niveles de lipasa son bajos. En cuanto a las hormonas gastrointestinales, en el neonato todas ellas son deficitarias, en especial la motilina ( hormona que se secreta en el intestino que gatilla los complejos migratorios que son los que marcan las ondas, estimula la motilidad y vaciamiento gástrico), si bien este déficit transcurridos aproximadamente 40 días es subsanado y llegan prácticamente a la normalidad.

c) El hígado está culminando la maduración de muchas funciones como la capacidad de formar glucosa por gluconeogénesis, sintetizar ácidos biliares, metabolizar un exceso de proteínas, biosíntesis de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, etc.

d) El sistema renal tampoco está totalmente diferenciado para una excreción aumentada de sustancias o para regular el equilibrio ácido-base. Entre las funciones de los riñones se encuentra mantener la cantidad y la composición de los líquidos corporales así como la excreción de los desechos metabólicos, en el recién nacido, estas funciones se desempeñan a una capacidad limitada.
Existe una limitada capacidad de excreción renal de solutos, baja capacidad de concentración renal, disminuída capacidad de reabsorción tubular entre otros. El recién nacido continúa con un metabolismo predominantemente anabólico y sus riñones funcionan bien con un alimento balanceado, de bajos residuos, como es la leche materna. Ingerir leche de vaca no diluída puede producir hiperosmolaridad con hipernatremia y si esto no se controla puede ocasionar letargia, convulsiones e incluso daño al S.N.C.
La inmadurez relativa del sistema renal del recién nacido aparentemente se debe a que el nivel de funcionamiento corresponde a la demanda esperada. Después los riñones maduran rápidamente durante los primeros meses de vida y pueden adaptarse a variaciones significativas en la dieta: las modificaciones progresivas en la ingesta alimentaria, con incrementos en la urea y otros solutos a ser excretados, estimulan a los riñones a alcanzar niveles funcionales mayores.
Los riñones del recién nacido se caracterizan por una baja tasa de filtración glomerular y una capacidad de concentración limitada. Ambas son suficientes cuando la alimentación aporta una buena cantidad de agua libre y una baja carga renal de solutos, como es el caso de la leche materna. Sin embargo, la ingesta de leche de vaca no diluída o de fórmulas concentradas, en los primeros meses de vida, puede producir alteraciones del equilibrio hidro electrolítico y ácido base que resulten en hiperosmolaridad, hipernatremia, acidosis metabólica y en algunos casos hiperfosfemia e hipocalcemia. La capacidad funcional renal aumenta rápidamente en los primeros meses, preparando al niño para el inicio de alimentos con mayor carga de solutos.

e) El sistema nervioso tras el crecimiento, no sólo se sigue desarrollando sino que presenta el importante fenómeno de mielogénesis que comenzó en el período fetal.

La gran inmadurez funcional y metabólica habla de la enorme vulnerabilidad del neonato, siendo fundamental una adecuada nutrición que en principio solo la logra, en su totalidad, la leche materna.

Digestión y absorción de Macronutrientes

1. Hidratos de Carbono: 
El proceso de digestión de los alimentos comienza en la boca; durante la masticación los alimentos se mezclan con la saliva permitiendo que la acción de la amilasa empiece la digestión de los almidones. Aunque se ha encontrado amilasa en la saliva infantil, no se registra digestión de los carbohidratos en la boca o en el esófago durante los primeros meses de vida.

La digestión de los Hidratos de Carbono ocurre principalmente en el intestino delgado proximal. El recién nacido de término tiene una actividad adecuada de lactasa, sacarasa-isomaltasa y glucoamilasa, lo que le permite digerir adecuadamente lactosa, sacarosa y algunos oligosacáridos; sin embargo posee bajos niveles de amilasa salival y sólo un 10% de la actividad de amilasa pancreática lo que limita la capacidad para digerir H. de C. complejos como las harinas y cereales antes de los tres o cuatro meses de edad, y recién después de los 6 meses presenta niveles adecuados de amilasa pancreática.

La digestión parcial de la lactosa en lactantes alimentados con leche materna cumple un rol fisiológico, ya que el pH ácido intestinal resultante contribuye al desarrollo de una flora intestinal no patógena y evita la implantación de anaerobios y coliformes.


2. Proteínas:

La digestión y absorción de proteínas funcionan eficientemente en el recién nacido de término y en prematuros, gracias a la secreción gástrica de ácido clorhídrico y pepsina que ya están bien desarrolladas en el lactante; sin embargo, las concentraciones de ácido clorhídrico y pepsina son bajas, y aumentan progresivamente durante los primeros cuatro meses de vida. La digestión de las proteínas ocurre principalmente en el intestino delgado, en donde la actividad proteolítica en el recién nacido ha alcanzado la misma concentración que en los adultos.

Sin embargo, debe evitarse la ingesta muy alta de proteínas porque esto implica un aumento de la carga renal de solutos y puede inducir acidosis metabólica. En este aspecto la digestión proteica no representa ningún problema para el lactante, aunque la pepsina se encuentre en niveles bajos, y tripsina y quimiotripsina tampoco presentan valores de niños mayores y adultos. Así, un neonato es capaz de digerir cantidades de proteína muy superiores a las presentes en la leche humana. El problema no es la digestión proteica, sino aspectos de metabolización y excreción de productos resultantes de esa metabolización.

Al ser la secreción de pepsina más baja hasta los tres años ( hasta los 18 meses no alcanza valores del adulto)y al ser el pH gástrico menos ácido, la acción de la pepsina sobre la digestión de proteínas es menor, lo que puede favorecer el paso a la circulación de proteínas enteras. La absorción de algunas proteínas intactas en los primeros meses, permite el paso de inmunoglobulinas de la leche materna, pero esta mayor permeabilidad puede tener consecuencias adversas si se incorporan proteínas extrañas, con capacidad antigénica, que pueden gatillar el desarrollo de alergias alimentarias.

En los niños mayores como en los adultos, las proteínas se absorben como aminoácidos y pequeños péptidos. La mayor parte de los péptidos son digeridos aún más durante su paso por la mucosa y son principalmente los aminoácidos libres los que ingresan a la circulación. Las moléculas grandes, que pueden actuar como antígenos no atraviesan la mucosa intestinal, pero durante el período neonatal y por un tiempo variable, el lactante puede absorber estas grandes moléculas y desarrollar una reacción alérgica.


3. Grasas:
La digestión y absorción de grasas es insuficiente en el recién nacido de término y en el prematuro, debido a que la actividad de lipasa pancreática y el pool de sales biliares son insuficientes. En el recién nacido de término, las funciones pancreáticas y hepáticas todavía no están plenamente desarrolladas y las concentraciones tanto de la lipasa pancreática como de las sales biliares son muy bajas.

La digestión y absorción de las grasas de la leche materna son adecuadas, a pesar de que las gotas de grasa en la leche son particularmente resistentes a la actividad lipolítica de las lipasas pancreáticas porque están cubiertas por una capa de fosfolípidos y proteínas. Pero ello está parcialmente compensado con una mayor actividad de la lipasa lingual y gástrica y especialmente por una lipasa específica contenida en la leche materna que se activa al llegar al duodeno, lo que no ocurre cuando la leche materna es reemplazada por fórmulas lácteas.

Las lipasas linguales son secretadas por las papilas de la parte posterior de la lengua; comienzan a actuar en el estómago y los productos de la lipólisis (ácidos grasos y monoglicéridos) contribuyen a la emulsificación de la mezcla, compensando de este modo el bajo contenido de sales biliares. La lipasa de la leche materna también tiene actividad de estearasas, lo que es importante para la utilización de la vitamina A que está presente en la leche en forma de ésteres de retinol. Estos mecanismos compensatorios para la utilización de las grasas son menos eficientes cuando se introduce grasa de leche de vaca u otras en la dieta infantil.


Alternativas de alimentación láctea artificial si no es posible la leche materna
1era. Opción:
Fórmulas comerciales, adaptadas, basadas en leche de vaca, que intentan acercarse a la composición de la leche materna para hacerla compatible con la madurez gastrointestinal y necesidades del recién nacido y lactante. Estas fórmulas reconstituidas al 13% (13 g. de polvo en 100 ml. de agua), tienen un aporte de nutrientes similar a la leche materna y cumplen con las recomendaciones establecidas para la preparación de formulas lácteas infantiles.

2da. Opción:
Leche de vaca modificada en el hogar. La leche de vaca no modificada es inadecuada para los lactantes menores de 1 año, ya que contiene una concentración excesiva de proteínas, calcio, fósforo y sodio, y además es deficiente en ácidos grasos esenciales, vitamina C, E, D y niacina. El hierro, zinc y cobre junto con ser insuficientes en cantidad, se absorben pobremente. La fórmula para los primeros meses de vida, a base de leche de vaca al 26% de materia grasa, debe estar reconstituida al 7,5% con el fin de adecuar el aporte de proteínas, calcio, fósforo y sodio. Para cumplir las recomendaciones de energía para la edad se agrega malto dextrina o sacarosa al 5% y es necesario además, agregar 1,5% de aceite vegetal para cubrir los requerimientos de ácidos grasos esenciales.


B I B L I O G R A F I A
1. Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS). Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP). Alimentación Infantil. Bases fisiológicas. Capítulo 4: Desarrollo fisiológico del infante y consecuencias para la alimentación complementaria. 1992.
2. Guía de alimentación del niño(a) menor de 2 años. Guías de alimentación hasta la adolescencia. Departamento de Nutrición y ciclo vital. División de prevención y control de enfermedades. Ministerio de Salud. Chile. 2005.
3. Nutrición en situaciones fisiológicas. Capítulo 2: Nutrición y Lactación. Fundación Universitaria Iberoamericana. Barcelona España. 2004.
4. www.escuela.med.puc.cl. Publicaciones del Manual de Pediatría.
5. Mataix Verdú, J. Nutrición y Alimentación Humana. Capítulo 28 Lactante. Editorial Ergon. Barcelona España. 2002.


Fuente:
FISIOLOGIA DIGESTIVA DEL RECIEN NACIDO Y LACTANTE
Docente: Viviana Araneda Ch.
Departamento de Pediatría y Cirugía Infantil. 

Universidad de la Frontera. 2007


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EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: Alimentación complementaria, BLW y fibra en lactantes
EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: La primera dentición (dientes de leche)
EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: El control de esfínteres I
EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: El control de esfínteres II 

Los bebés no son como nos lo contaron, por Ileana Medina
Seamos prácticos
"El cerebro del niño", Daniel J. Siegel





 
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EVOLUCIÓN DEL BEBÉ: Alimentación complementaria, BLW y fibra en lactantes



Muchas mamás nos hemos sumado a la 'corriente' del BLW (Baby Led Weaning, algo así como "alimentación autorregulada") a la hora de iniciar la alimentación complementaria de nuestros bebés, movidas a partes iguales por preferir la introducción natural de los alimentos en su propia forma y sabor, sin mezclarlos todos en papillas que 'administramos' cual medicina en lugar de dejarle comer, conocer y disfrutar de ellos, y por la evidencia científica más actual que indica que la introducción tardía o pautada de alimentos potencialmente alérgenos no disminuye su intolerancia o predisposición a alergias, sino que las propicia. (Por ejemplo, a los 4 meses cereales sin gluten, a los 6 meses con gluten y comenzar con papilla de fruta, luego de verdura con pollo, el huevo no antes del año, las legumbres tampoco, los frutos secos ni olerlos, etc).
"La AAP, ESPGHAN y La NASPGHAN concuerdan en que no hay evidencia que demuestre las ventajas de restringir los alimentos con potencial alergénico dentro de ellos el trigo, como un mecanismo de prevención de la alergia."
Fuente: Anales de pediatría

Por mencionar, ya que estoy, sus cuatro características básicas como método alternativo a las papillas, se podría decir que el BLW basa su principio en que "igual que para aprender a caminar hay que caminar, para aprender a comer hay que comer alimentos al natural". Si es inevitable que aprendiendo a caminar se caigan, lo es que para aprender a comer alguna vez se atraganten, -algo que gestionan estupendamente y no tiene nada que ver con ahogarse -. (Aun así, si ese miedo te supera, siempre puedes hacer un curso de primeros auxilios para bebés con la Cruz Roja, por ejemplo).
Al principio apenas ingerirán nada, experimentar forma parte de su alimentación y desarrollo, la leche seguirá siendo su principal alimento hasta los 2 años y la Alimentación Complementaria será eso, complementaria a la leche
Entre las mamás que practicamos este método, a menudo hablamos de Baby Led WARRING (avisadas quedáis), y es que ¡a veces se lían unas con la comida...! Pero verlos comer así de bien tan pequeñitos, de verdad, no tiene precio. Vale la pena tener que fregar cada día el suelo de la cocina/comedor tres veces (¡o tener perro!). 

Este método permite la introducción, PAUSADA, de todos los grupos de alimentos, desde que se cumplen cuatro requisitos básicos:
  1. Tener más de seis meses, puesto que hasta ese momento todas las recomendaciones académicas y evidencia científica indican lactancia materna exclusiva al 100%, y en caso de darle leche artificial, lo mismo. Sin zumos, sin infusiones, sin agua, sin fruta, cereales o verduras. Sólo leche.
  2. Haber perdido el reflejo de extrusión, que suele desaparecer entre el 4º y 6º mes aproximadamente (que no escupan todo lo que les entra en la boca)
  3. Que se muestren interesados por la comida que comemos los adultos
  4. Que se mantengan sentados sólos y sin ayuda, para ser capaces de incorporarse en caso de ser necesario.
A partir de ese momento, se ofrecen los alimentos de uno en uno, dejando pasar tres días antes de introducir un alimento nuevo, para poder identificar el alimento si le hiciera reacción, y nunca en la cena, para que las horas de sueño no nos impidan percibir una posible reacción al alimento en cuestión. Será recomendable darle trozos de comida grandes, que pueda coger con su manita y le sobresalga por encima para poder mordisquear (si, aunque no tengan dientes lo hacen de maravilla), que la pasta sea grande como espirales o macarrones, y que las frutas o verduras duras, como manzana o zanahoria, se la demos mejor rallada/al vapor/al horno, porque un trocito puede atragantarles con más facilidad:
"El Hospital de Niños Royal Melbourne identifica las palomitas de maíz como un peligro de asfixia para los niños pequeños, junto con las nueces, zanahorias crudas y otras verduras duras, trozos de manzana, chips de maíz, caramelos y uvas.
"Recuerde que los niños pequeños menores de tres años no pueden masticar adecuadamente porque todavía no tienen sus dientes completos, así que cualquier cosa que sea pequeña y firme es un peligro potencial".  
→Lee la noticia sobre el bebé de dos años que murió asfixiado por el grano de una palomita de maíz: A toddler died from being given a single kernel of popcorn as a treat from her parents.

 

Como únicas "prohibiciones", hemos de evitar ofrecerles (*):
  • SAL, porque el sodio afecta a sus riñones inmaduros y los puede dañar.
  • AZÚCAR, porque deberíamos evitarla incluso los adultos, pero acostumbrar el paladar de un bebé al dulce antes siquiera de haber podido probar los alimentos "al natural" no lo hace más que un excelente candidato para continuar con la costumbre y con ello, con todos sus riesgos asociados (no sólo la caries dental)
  • LA CABEZA DE LOS MARISCOS y cuerpos de crustáceos o cangrejo, por su alto contenido en metales pesados como cadmio (unos mejillones o unas almejas no le van a hacer ningún daño)
  • PESCADOS DE GRAN TAMAÑO, como el atún rojo, el pez espada, etc., por la alta acumulación de metales pesados como el mercurio.
  • ANIMALES CAZADOS CON MUNICIÓN DE PLOMO (por el plomo)
  • LECHE ENTERA hasta el año, por su alto contenido en proteínas (y la incapacidad del bebé de asimilarlas)
  • VERDURAS DE HOJA VERDE, como acelga, lechuga, apio o espinaca por su contenido en nitratos.
  • MIEL, porque las esporas que pueden contener las mieles mal envasadas pueden provocar en niños menores de un año la enfermedad de botulismo.
  • ALIMENTOS PROCESADOS, precocinados y envasados, por su baja calidad nutricional y la adición de ingredientes no adecuados y conservantes, colorantes y antioxidantes artificiales.

Volviendo al tema de las alergias e intolerancias, podemos citar uno de los más potentes alérgenos: el cacahuete. Un estudio, publicado el 23 de febrero en el "New England Journal of Medicine", indica:
"Comer cacahuete en el primer año de vida protege contra el desarrollo de la alergia al cacahuete [maní] en un grupo de alto riesgo en niños. Esto es exactamente lo contrario de lo que se recomienda."
 "Este estudio muestra claramente que la introducción temprana de cacahuete conduce a una disminución de la alergia al cacahuete".
Y aunque alertan que "en la administración de productos de cacahuete a los lactantes de alto riesgo, hay que hacer en consulta con un pediatra y un especialista en alergias", concluyen que la introducción temprana de este alimento conlleva una "reducción de más del 80 por ciento en la prevalencia de la alergia al cacahuete".

Diferentes organizaciones (como la AEP, la AAP, UNICEF o la OMS) nos recomiendan la alimentación en exclusiva con leche materna los primeros seis meses y continuarla hasta los dos años en combinación con la alimentación complementaria, donde incluyen la "dirigida por el bebé".
Pero ahora, además, aun podemos ir más allá, porque la Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT), del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha editado una guía llamada "Recomanacions per a l´alimentació en la primera infància (de 0 a 3 anys)"(Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia -de 0 a 3 años-), que "pretende ser un instrumento útil de información y asesoramiento tanto para los profesionales de los centros de atención primaria que ofrecen consejo alimenticio como para las familias y las personas responsables de guarderías, con el objetivo de mejorar la calidad de la alimentación de los bebés y su desarrollo" y en ella no sólo menciona, sino que recomienda específicamente el blw como método de alimentación para esta etapa en detrimento de las papillas. Recuerda también la recomendación de ofrecer lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y continuarla hasta los dos años o más, añadiendo la alimentación complementaria. Especifica que ésta (AC) ha de iniciarse a los seis meses y nunca antes de los cuatro. Indica además que la incorporación de los nuevos alimentos se haga de forma progresiva, lenta y en pequeñas cantidades, dejando pasar entre 3 y 5 días de un nuevo alimento a otro para descartar intolerancias.
Confirma que:
"Según la evidencia científica actual, no hay una edad o momento determinado en que sea mejor incorporar alimentos con gluten. Se puede ofrecer, como el resto de alimentos, a partir de los seis meses"
Y específicamente sobre el BLW, desaconsejando los triturados, nos dice:
"Es aconsejable incorporar preparaciones diferentes de los triturados. Ofrecer los alimentos enteros (o en trocitos, según el tipo de alimento) permite que el bebé pueda comer de forma autónoma y disfrute de los diferentes gustos, texturas, olores y colores de los alimentos (esta práctica se denomina alimentación dirigida por el bebé, alimentación con sólidos o, en inglés, baby-led weaning)".

Dicho ésto, si vuestra enfermera/pediatra es un troll del neolítico que os da hojas con pautas alimenticias donde os indica, mes a mes, qué alimentos pueden darse y cuáles están absolutamente prohibidos, además de indicaros que paseis por el turmix todo lo que deba ir a la boca de vuestro retoño, podéis llevarle esta estupenda guía editada por la ASPCAT o cualquiera de los estudios enlazados (y otros que podéis encontrar en libros como "Se me hace bola", de Julio Basulto o "El niño ya come solo", de G.Rapley y T. Murkett -las "biblias" del BLW-), como regalo para que se de el gustazo de actualizarse, que falta le hace.


La cuestión es que, aprovechando que llega un bebé a casa y hemos de mejorar nuestra alimentación (por aquello de dar ejemplo y fomentar hábitos saludables), o bien porque va a comer lo mismo que nosotros y hemos de adaptarnos un poquito en el menú familiar, muchas también nos liamos la manta a la cabeza y nos compramos panificadoras, hacemos el pan en casa, desterramos los azúcares cual demonio al infierno, reducimos la proteína animal y nos pasamos a los productos eco, si no lo habíamos hecho ya, por aquello de evitarle pesticidas y otras lindeces al organismo de nuestro retoño, que ya sabemos que es especialmente sensible durante los tres primeros años de vida. En esta "fiebre de salud alimenticia" que nos entra, basándonos en aquello de que "somos lo que comemos", muchas veces nos decantamos también por la fibra, especialmente a la hora de escoger la pasta, las harinas con las que cocinamos o los cereales que le damos a nuestro pequeño, en su versión integral, por ser más saludable que las refinadas. Bien, pues sobre la fibra quería yo hablaros:

Los cereales son fundamentales en la alimentación infantil y la base de su nutrición (después de la lactancia materna hasta los dos años). La fibra es necesaria y saludable: es un carbohidrato que no se puede digerir (prácticamente sale como entra), presente casi exclusivamente en los alimentos vegetales y actúa como "agente de limpieza" de nuestro organismo. Normaliza el tránsito intestinal, ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, previene enfermedades cardíacas y ayuda a perder peso por su sensación de saciedad, entre otros muchos beneficios.
Los alimentos integrales (harinas, pasta y otros cereales) contienen fitatos, que en el sistema digestivo inmaduro de los bebés pueden impedir la absorción de minerales como hierro o calcio. Son más saludables los cereales integrales que los refinados, pero ojo si el bebé tiene anemia o si nos ha dado por comprarlo TODO integral.

"Es necesario destacar que la adición de sólidos u otros alimentos a la dieta del lactante al pecho produce un quiebre en el equilibrio descrito, por la interferencia de fitatos (verduras), lactatos y xantinas (té) en la absorción de hierro" Desde "Manual de pediatría (Pontificia Universidad Católica de Chile)


"La ingesta ideal de fibra en la edad pediátrica no ha sido aún definida. El período más controvertido es el primer año de vida, para el que la Academia Americana de Pediatría (AAP) señaló inicialmente que no había necesidad de consumo. El inicio de la alimentación complementaria implica el aporte progresivo de alimentos con fibra, por lo que posteriormente la AAP recomendó una cifra de 5 g/día durante el período de destete y 0,5 g/kg/día para mayores de un año" Desde: "Revista pediatría de Atención Primaria"

"Durante el primer año de vida hay muy pocos estudios que traten sobre las necesidades de fibra para el lactante ya que, si por un lado presentan efectos beneficiosos para la salud, como su efecto sobre el vaciado gástrico y la saciedad, su efecto laxante y sus efectos positivos sobre los niveles de glucosa y colesterol en sangre, también hay que tener en cuenta otros aspectos tales como que las fibras insolubles de los cereales integrales son resistentes a la fermentación colónica y pueden ser irritantes para el intestino del lactante, o la presencia de fitatos y oxalatos que conjuntamente con las fibras interfieren en la absorción de elementos minerales tales como el calcio, hierro, magnesio, cinc, etc.
Por este motivo, la Academia Americana de Pediatría señala que no hay necesidad de añadir fibra durante el primer año de vida 36,37 y las ingestas dietéticas de referencia DRI (dietary reference intakes) de Estados Unidos no determinan cantidad alguna para este período 6. Una estrategia adecuada consiste en introducir, de forma progresiva en la dieta sólida del niño, frutas y verduras variadas, así como cereales fáciles de digerir siendo la fibra consumida equilibrada entre soluble e insoluble (25 y 75 %, respectivamente). En cualquier caso, parece prudente que las cantidades de fibra procedentes del aporte de los cereales, frutas y verduras no sobrepasen los 5 g/día hasta el año de vida, con especial atención a la calidad de la fibra, suprimiendo o limitando la celulosa y hemicelulosa que se hallan en las capas externas de los cereales o en la piel de las frutas y verduras, y controlando así mismo los niveles de oxalatos y fitatos."
Desde: Anales de Pediatría AEP



El resumen es: 
El BLW es el método de alimentación recomendado por diferentes profesionales/organismos sanitarios para bebés de 0 a 3 años. La recomendación sobre la pauta a la hora de introducir alimentos potencialmente alérgenos es que no haya pauta y se vayan introduciendo todos(*), poco a poco, a partir de los 6 meses. Importante: al principio apenas comerán nada, experimentar forma parte de su alimentación y desarrollo, la leche seguirá siendo su principal alimento hasta los 2 años.
Sobre la FIBRA: precaución si vas a darle pasta integral, harinas integrales y cereales integrales a tu bebé menor de un año. Más precaución si tu bebé tiene algo de anemia. Cuenta la cantidad diaria de fibra que eso implica y rebaja la cantidad (o alterna harinas/pasta/cereales) de ser necesario. Por lo demás, la fibra sigue siendo saludable e indicada en una dieta equilibrada, aunque deba ofrecerse con control en los niños menores de dos años. Siempre consulta a tu pediatra cualquier duda.


Bibliografía recomendada:
"Se me hace bola", Julio Basulto
"El niño ya come solo", G.Rapley
"Mi niño no me come", Carlos González



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Exposing babies to peanuts reduces likelihood of allergies.

Los bebés no son como nos lo contaron, por Ileana Medina
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viernes, 24 de julio de 2015

Aceites esenciales, embarazo, lactancia y bebés.


Los aceites esenciales pueden resultar un magnífico remedio para aliviar muchos malestares a lo largo de nuestra vida, y por supuesto también durante la gestación. Sin embargo, que sean naturales no es sinónimo de inofensivos, y es imprescindible saber qué nos ponemos encima porque algunas esencias son incluso abortivas.
Durante el primer trimestre del embarazo no deben utilizarse aceites esenciales en los baños ni en masajes. Para los siguientes meses, la recomendación es dividir por dos la cantidad de aceites esenciales de la sinergia que vamos a utilizar. (Si nuestra mezcla -sinergia- habitual lleva 6 gotas de AE/20ml de aceite base, reduciremos a 3 gotas de AE/20ml de aceite base). Los AE más recomendados durante el embarazo por sus propiedades, transcurrido el primer trimestre de gestación, son manzanilla romana, hoja de naranjo, lavanda, geranio, limón, sándalo australiano, naranja dulce, nerolí, mandarina y rosa Otto. [Ver ejemplos de aplicaciones I, II, III, IV]
Se pueden dar masajes y baños aromáticos a bebés a partir de los 3 meses de edad. Para ello, diluiremos 1 gota de AE en 20ml de aceite vegetal. Las esencias más apropiadas hasta los dos años son manzanilla romana, lavanda, nerolí y rosa Otto.
Para los masajes en niños de entre 2 y 10 años, no conviene mezclar más de dos AE (4 gotas de AE total por 20ml de aceite base). [Lee más info]

"Aunque los aceites esenciales son sustancias naturales y sin efectos adversos si se utilizan las dosis recomendadas, debemos tener en cuenta ciertas precauciones en su utilización durante el embarazo, la lactancia y en bebés.
Están contraindicados los aceites esenciales con cetonas (abortivas y neurotóxicas), los que tienen actividad estrogénica como las salvias, o uterotónica (clavo, palmarosa) y aquellos con una elevada concentración en fenoles, aldehídos aromáticos, mentol o eucaliptol." [Desde La Vanguardia]

* Aceites esenciales con cetonas:
Salvia (Salvia officinalis), Cyprés (Cedrus atlantica), Romero alcanfor (Rosmarinus officinalis), Hysopo (Hyssopus officinalis ssp officinalis), Menta piperita mitcham (Mentha x piperita var. Franco Mitcham), Lavanda stoechas (Lavandula stoechas), Menta pulegium (Mentha pulegium).

* Aceites esenciales con fenoles:
Clavo (Eugenia caryophyllus), Canela (hoja) (Cinnamomum verum), Ajedrea de montaña (Satureja montana), Orégano (Origanum compactum), Tomilo CT timol (Thymus vulgaris), Ajowan (Trachyspermum ammi).

* Aceites esenciales con aldehídos aromáticos:
Canela cassia (Cinnamomum cassia), Canela (corteza) (Cinnamomum verum).

* Aceites esenciales con geraniol o eugenol (uterotónicos):
Palmarosa (Cymbopogon martinii var. motia), Tomilio CT geraniol (Thymus vulgaris), Clavo (Eugenia caryophyllus), Canela (hoja) (Cinnamomum verum).


Lecturas útiles:
Guía práctica de Aromaterapia familiar y científica
Aromaterapia: el arte de curar con aceites esenciales
Guía aromaterapia Swissjustamerica
Aplicaciones cosmecéuticas de los aceites esenciales y compuestos naturales en el cuidado de la piel

Más info:
http://www.gotavia.com/precauciones-de-uso-aceites-esenciales.shtml
http://aromasquecuran.es/otrosparasabermasquimiotipos.html
http://www.sabervivir.es/medicina-natural/terapias-alternativas/aromaterapia/aromaterapia-durante-el-embarazo-y-la-lactancia 





 
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