"Los datos eran escasos para evaluar el efecto del contacto piel a piel 
temprano en la lactancia de los 4 a 6 meses y a los 12 meses de vida. No
 obstante, en la revisión se halló que 
el contacto piel a piel entre la 
madre y el neonato inmediatamente después del nacimiento reduce los 
llantos, mejora la interacción de la madre con el recién nacido, 
mantiene más caliente al neonato y ayuda a las madres a amamantar 
satisfactoriamente. No se identificaron efectos negativos importantes.
"
1. RESUMEN DE LA EVIDENCIA
Lo ideal sería que el contacto temprano piel a piel comience 
inmediatamente tras el nacimiento, al colocar al recién nacido desnudo 
en posición decúbito ventral sobre el torso desnudo de la madre. Esta 
práctica basada en el contacto íntimo en las primeras horas de vida 
puede facilitar la conducta materno-neonatal y las interacciones a 
través de estímulos sensoriales como el tacto, el calor y el olor. 
Además, el contacto piel a piel está considerado un componente 
importante para el inicio satisfactorio en la lactancia.
A partir de estas premisas, el objetivo de la versión 
actualizada de esta revisión fue evaluar los estudios clínicos 
controlados aleatorizados o cuasi aleatorizados con respecto al efecto 
del contacto piel a piel temprano, en el transcurso de las primeras 24 
horas de vida, versus la atención neonatal de rutina en neonatos 
saludables nacidos a término o prematuros casi a término (es decir, 
entre las 34 y 37 semanas de edad gestacional). El resultado primario de
 interés fue la lactancia. Se agregaron nuevos resultados en esta 
actualización de la revisión, por ejemplo, conductas del vínculo materno
 y cambios psicológicos maternos tras el contacto piel a piel, que se 
analizaron mediante la observación o la aplicación de anamnesis o 
subescalas del vínculo de la madre con el lactante y la adaptación 
fisiológica del neonato.
Con respecto a la intervención, los autores tuvieron en cuenta
 tres categorías del contacto piel a piel temprano: a) el contacto piel a
 piel en el nacimiento (durante el primer minuto de vida); b) el 
contacto piel a piel desde muy temprano (a partir de los 30 a 40 minutos
 tras el nacimiento); y c) el contacto piel a piel temprano (en 
cualquier momento entre la 1.º y las 24 horas tras el nacimiento).
Los métodos de búsqueda para identificar los estudios 
relevantes incluyeron dos búsquedas independientes realizadas en MEDLINE
 por parte del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy 
and Childbirth Group) y el Grupo Cochrane de Neonatología (Cochrane 
Neonatal Group). En este sentido, no se analizaron bases de dato 
relacionadas con los países en vías de desarrollo, como Latin American 
and Caribbean Literature on the Health Sciences y el Index Medicus 
Africano. También se realizaron búsquedas manuales en más de veinte 
revistas profesionales pertinentes. No se aplicó ninguna restricción de 
idioma. 
Los tres principales criterios de calidad que se aplicaron 
fueron: 1) ocultamiento de la asignación (adecuado, poco claro o 
inadecuado), 2) compleción del seguimiento y 3) cegamiento de las 
participantes, profesionales de la atención y evaluadores de resultados.
 
En total, se incluyeron treinta estudios clínicos (de los 
cuales, 29 eran estudios clínicos controlados aleatorizados). La mayoría
 de los estudios incluidos se realizaron en países desarrollados, como 
los Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Suecia. Ocho estudios se 
llevaron a cabo en países en vías de desarrollo. Sólo cuatro estudios 
realizados en los Estados Unidos, Sudáfrica y Taiwán incluyeron neonatos
 prematuros. 
El contacto temprano piel a piel fue diferente entre los 
estudios en función del momento y la duración. Por ejemplo, en algunos 
lugares del estudio, no se pudo comenzar con la intervención 
inmediatamente después del nacimiento a causa de la política del 
hospital y la duración oscilaba entre 15 minutos y una media de 48 horas
 de contacto piel a piel continuo. Estos factores impidieron que los 
autores agruparan los resultados. 
Se informaron 64 resultados clínicos. Es importante destacar 
que sólo veinte de ellos fueron medidos en más de un estudio y que no 
todos los resultados informados se relacionaban con los países de 
escasos recursos. En cuanto a los resultados de la lactancia (sobre los 
que más se informó), la comparación del contacto piel a piel temprano (n
 = 70/74) versus contacto estándar (n = 54/75) mostró un efecto positivo
 en la lactancia al momento del alta hospitalaria (odds ratio [OR]: 
6.35, intervalo de confianza del 95% [IC]: 2.15 a 18.71). Sin embargo, 
este resultado debe interpretarse con cautela debido al pequeño tamaño 
muestral de los estudios que se reflejan a través de los amplios 
intervalos de confianza. 
Cuando se analiza la consecuencia a largo plazo en la 
lactancia (es decir, 1 a 4 meses), los resultados de 10 estudios con 552
 pares de madres y recién nacidos a término sanos también presentaron un
 efecto positivo (OR: 1.82, IC 95%: 1.08 a 3.07, I2 = 41.2%). Aquí 
también se debe tener cuidado en la interpretación del resultado porque 
los intervalos de confianza revelan una imprecisión.  
Los datos eran escasos para evaluar el efecto en la lactancia 
hasta los 4 a 6 meses y a los 12 meses de vida, los resultados maternos 
en función de la satisfacción, el estado de confianza en sí misma y la 
seguridad en ser madre. No obstante, según los hallazgos de la revisión,
 el contacto piel a piel entre madres y neonatos tras el nacimiento 
reduce los llantos, mejora la interacción de la madre con el recién 
nacido, mantiene más caliente al neonato y ayuda a las madres a 
amamantar satisfactoriamente. Además, cabe destacar que no se 
identificaron efectos negativos importantes. 
2. RELEVANCIA EN LUGARES DE ESCASOS RECURSOS
2.1. Magnitud del problema
Cada año, la nueva evidencia científica y epidemiológica 
contribuye a nuestro conocimiento de la función de la lactancia en la 
sobrevida, el crecimiento y el desarrollo de un niño, así como en la 
salud y el bienestar de una madre. 1 Los patrones de lactancia actuales 
aún distan mucho del nivel recomendado y existe una notable variación 
entre las regiones. 2 
Los indicios adicionales del tacto, el olor y la temperatura 
que permite el contacto piel a piel pueden favorecer el inicio del 
neonato en la lactancia. De modo que esta práctica debe considerarse una
 intervención beneficiosa, económica y factible para fomentar la 
lactancia tras el nacimiento, especialmente, en lugares que carecen de 
agua potable y de condiciones de salubridad donde la lactancia puede 
salvar vidas. Además, en un estudio reciente realizado en Ghana3, se 
mostró que el fomento del inicio temprano en la lactancia ofrece la 
posibilidad de hacer una gran contribución al logro de los objetivos de 
desarrollo del Milenio respecto de la sobrevida del niño. Se podría 
evitar el 16% de las muertes neonatales si se amantara a todos los 
neonatos a partir del 1.º día de vida y el 22% si se lo hiciera dentro 
de la primera hora.
2.2. Aplicabilidad de los resultados
No es sencillo extrapolar los resultados de la revisión a los 
países de escasos recursos, ya que la revisión está principalmente 
basada en estudios realizados en lugares desarrollados donde los 
factores contextuales, como las creencias culturales y la falta de 
acceso a la atención de la salud básica quizás no sean barreras 
importantes para apoyar la lactancia exclusiva. En este sentido, 
desarrollar e implementar sistemas de apoyo temprano a la lactancia a 
largo plazo es uno de los mayores desafíos en países en vías de 
desarrollo.
2.3. Implementación de la intervención
El contacto piel a piel temprano debe considerarse una 
intervención rutinaria de la atención de la salud tras el nacimiento en 
lugares de países tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Sin 
embargo, la implementación de esta intervención requiere mayor 
consideración en comunidades de escasos recursos. Por un lado, los 
factores como la temperatura ambiente, la falta de privacidad o espacio,
 el hacinamiento pueden interferir en los posibles beneficios y, por 
otro lado, la situación puede estropearse por el asesoramiento médico 
incorrecto de trabajadores de la salud que carecen de las destrezas y la
 capacitación adecuadas en el apoyo en la lactancia temprana, que 
comienza con el contacto piel a piel temprano.
Las prácticas, tales como el manejo de recién nacidos después 
del nacimiento, son parte del funcionamiento institucional y podrían 
resultar difíciles de cambiar. Por ejemplo, en Maternidad Martin en 
Rosario (Argentina), donde se atienden 4000 partos por año, la práctica 
actual consiste en colocar al recién nacido desnudo en posición decúbito
 ventral sobre el abdomen desnudo de la madre durante un minuto, 
mientras se lo seca ligeramente con una sábana. Cabe destacar que esta 
nueva práctica se acaba de introducir tras la implementación de la 
intervención de pinzamiento del cordón umbilical tardío. 4, 5 En esta 
circunstancia, el contacto piel a piel comienza inmediatamente después 
del nacimiento, pero sólo dura de 1 a 3 minutos. Por lo tanto, prolongar
 la duración del contacto piel a piel como parte de la práctica 
rutinaria para el apoyo en la lactancia temprana podría ser fácil de 
implementar, especialmente, en Hospitales Amigos del Niño (Baby Friendly
 Hospital) (un programa de promoción de la lactancia materna 
desarrollado en hospitales). 6
3. INVESTIGACIÓN
La definición adecuada del contacto piel a piel es una 
prioridad para la investigación futura, donde se incluya el momento 
específico, la frecuencia y la duración de la intervención. Dado que los
 neonatos suelen estar más alertas dentro de las dos primeras horas de 
vida, este momento debe considerarse conveniente para iniciar la 
interacción satisfactoria de la madre con el neonato. Es necesario 
contar con estudios clínicos controlados aleatorizados bien realizados 
para demostrar el efecto real del contacto piel a piel temprano en la 
salud de la madre y el neonato, que incluyan neonatos prematuros y 
madres que tienen un parto por cesárea en diferentes ámbitos (países 
desarrollados y en vías de desarrollo). 
Fuentes de financiación: Centro Rosarino de Estudios Perinatales, Rosario, Argentina.  
Referencias
- The Pan American Health Organization. Quantifying the benefits of
 breastfeeding: a summary of the evidence. Washington, D.C.: PAHO © 
2002. 
 
- Web site: http://www.childinfo.org (acceded 17 August 2007)
 
- Edmond KM, Zandoh C, Quigley MA, Amenga-Etego S, Owusu-Agyei S, 
Kirkwood BR. Delayed breastfeeding initiation increases risk of neonatal
 mortality. Pediatrics, 2006;117(3):e380-6. 
 
- Ceriani Cernadas JM, Carroli G, Pellegrini L, Otano L, Ferreira 
M, Ricci C, Casas O, Giordano D, Lardizabal J. The effect of timing of 
cord clamping on neonatal venous hematocrit values and clinical outcome 
at term: a randomized, controlled trial.  Pediatrics. 2006 
Apr;117(4):e779-86.
 
- Ceriani Cernadas, JM, Carroli G, Lardizabal J. The effect of 
timing of cord clamping on neonatal venous hematocrit values and 
clinical outcome at term: a randomized, controlled trial. In reply, 
Pediatrics, 2006,118:3,1317-1319
 
- World Health Organization. Evidence for the ten steps to 
successful breastfeeding. Geneva: The Organization; 1998. Web 
site:www.who.int/child-adolescent-health/New_Publications/NUTRITION/WHO_CHD_98.9.pdf
 (accessed 6 Sept 2007).
 
Fuente:
Puig G, Sguassero Y. Contacto temprano
 piel a piel entre las madres y sus recién nacidos sanos: Comentario de 
la BSR (última revisión: 9 de noviembre de 2007).  La Biblioteca de 
Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud. 
 
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