viernes, 9 de noviembre de 2012

Cuando nuestros hijos están hospitalizados

A estas alturas, casi todos conocemos la importancia del contacto piel con piel inmediato al nacimiento y sabemos que el MMC (método madre canguro) es más eficaz que las incubadoras, estabilizando mejor la temperatura, el ritmo cardíaco y la respiración del bebé, además de acelerar el aumento de peso y la recuperación. A continuación podeis ampliar la info:

Pero ¿qué ocurre cuando ingresamos en el hospital a un bebe o niño que no acaba de nacer? ¿Cuando ya tiene meses, o años? ¿Entonces nuestro hij@ ya puede quedarse solo? ¿Entonces ya no nos necesita y nos rendimos a los ceñidos horarios que nos marca una UCI o el protocolo del hospital? ¿Entonces salimos sin rechistar cuando le tienen que hacer una simple analítica, para escuchar sus gritos desde fuera en lugar de abrazarlo mientras se lo hacen? ¿Por qué?


Según la Constitución Española, en su Artículo 39, “los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos”. Y segun el acuerdo internacional del 13 de mayo de 1986, en su Carta Europea de Derechos del Niño Hospitalizado, el niño tiene:
“Derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el máximo de tiempo posible durante su permanencia en el hospital, no como espectadores pasivos sino como elementos activos de la vida hospitalaria, sin que eso comporte costes adicionales; el ejercicio de este derecho no debe perjudicar en modo alguno ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al niño.”
Así mismo, tiene derecho a “rechazar cualquier cuidado o examen cuyo propósito primordial sea educativo o informativo y no terapéutico” (véase hospitales universitarios haciendo prácticas).
Y también tienen “Derecho a no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y morales que puedan evitarse” así como “Derecho a ser tratado con tacto, educación y comprensión y a que se respete su intimidad”, entre otros.

Visto esto y sabiendo lo necesario que es el apoyo emocional, físico y afectivo cuando nos encontramos en un estado de vulnerabilidad (como es el ingreso en un hospital), ¿por qué cedemos ante un ingreso y nos marchamos a casa con el corazón encogido cuando nos dicen que NO PODEMOS permanecer con nuestro bebe/hijo? ¿Por qué no luchamos, por qué no defendemos su derecho a estar acompañado y a minimizar su estrés y malestar? ¿Por qué dejamos que se imponga un protocolo absurdo tecleado sobre un papel por encima de las necesidades de nuestro hijo, dejándolo lo que a todos los criterios, el percibirá como "desamparado"?
Pensemos: ¿Quién dice que “no podemos”? Y lo más importante, ¿POR QUÉ no podemos, si somos sus padres?

  • ¿Porque tenemos virus?: Más tienen ellos enganchados en la bata del entorno hospitalario… Pero en cualquier caso, ¿no lo podemos solucionar con una batita verde (y gorro, peúcos y guantes si les gusta más) de usar y tirar?
  • ¿Porque molestamos?: ¿De verdad molestamos en una esquinita sosteniendo la mano a nuestro hijo, o besándolo mientras se muere de miedo porque unos señores gigantes vestidos de blanco que no conoce de nada quieren pincharle en el brazo? ¿No sería equivalente a unos señores vestidos de negro que nos meten a la fuerza en un coche y nos apuntan con algo que nos da miedo, como una pistola? ¿Y no nos iría bien un abrazo caluroso que nos dijese “tranquil@, cielo, mamá está aquí y no va a pasarte nada”.?
  • ¿Porque interferimos en su tratamiento?: Que yo sepa, un catéter/máscara/o lo que sea, se puede poner en la mano con la misma efectividad si el bb esta solo en una cuna o si por el contrario, lo sostiene su mamá en brazos (que además puede ayudar a que no se lo saque).
  • ¿Porque el niño se pone más nervioso en nuestra presencia? ¿En serio me quiere hacer usted creer que yo, que soy su madre, le pongo mas nervioso que usted, que no la conoce de nada?. No, de nervios los mismos... sin nosotras además, miedo, terror y soledad. La unica diferencia es que si no estamos allí, no lo vemos. Si le hacen daño, no lo vemos. Si le tapan la boca, no lo vemos.

Pensemos, por favor. Pongámonos en la piel de esos niños. De NUESTROS hijos. Estamos amparados, ellos tienen derechos que no pueden ser pisados con tanta facilidad. Hagamos que se cumplan, prioricemos sus necesidades a los protocolos vacíos de un hospital.
¿Cómo? Es fácil: : “No, no me voy, es mi hijo, me necesita y tiene derechos que estoy defendiendo. No voy a interferir en su tratamiento para nada, colaboraré con ustedes, pero si el se queda ingresado, yo me quedo a su lado”

Si a alguien le amenazan diciendo que mientras el bebé/niño está hospitalizado, es el hospital quien tiene su tutela, hemos de saber que es FALSO. Que la tutela de los padres es de los padres desde el mismo momento de nacer, y que únicamente se la puede quitar un juez que considere que lo estamos poniendo en peligro. ¿Y desde cuándo lo ponemos en peligro por ofrecerle apoyo emocional y velar por su salud si no interferimos en su cuidado? Igual que al nacer, muchas (casi todas) las pruebas se pueden y deben hacer SOBRE LA MADRE.

Antes de acabar, quiero dejaros el caso contrario: UNA MAMÁ QUE LACTA ES INGRESADA EN UN HOSPITAL y pide que su bebe sea ingresado con ella para poderlo seguir alimentando... Costó, pero lo consiguió!


Tened siempre clara vuestra posición: ¡QUE NO OS SEPAREN!

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Nota: Éste es un blog informativo, no un blog médico, por lo que las respuestas recibidas han de ser consideradas opiniones.

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